El Presupuesto General de Gastos y Recursos conjuntamente con la Ley Impositiva concebida en el Poder Ejecutivo bonaerense que comanda la gobernadora María Eugenia Vidal no parece pasar el filtro del propio oficialismo, al menos, en el inicio de las definiciones.
Tal como se viene informando en los últimos días, la legislatura de la provincia de Buenos Aires está estudiando, analizando y evaluando dos proyectos de ley claves para el último año del primer período de la gobernación Vidal, la ley Impositiva y el Presupuesto General 2019.
Se difundió que los proyectos ingresaron por el Senado porque correspondía, es práctica usual que un año ingrese por un recinto y al siguiente en el otro; y también se apuntó que allí las fuerzas de la gobernadora, en rigor, del oficialismo, permitían un trámite sin sobresaltos, pues los 29 miembros de la bancada de Cambiemos permitirían un amplio espectro de maniobras, en un Cuerpo de 46.
Pero en pleno apogeo de donde ‘lo sólido se desvanece en el aire’, la fortaleza puede pasar a ser debilidad. Y algo de ello olfateo el peronismo que logró aproximar sus bancadas mayoritarias, las de Unidad Ciudadana-FpV y del PJ-UyR, y al mismo tiempo mostrase proclive a establecer un diálogo fructífero con las fuerzas del oficialismo. La síntesis: ‘los duros se ablandaron y los blandos se endurecieron’.
‘Así como están, no podemos votar los proyectos’ fue el lema tras las reuniones de las últimas horas de los peronistas, legisladores e Intendentes, que unificaron personería. Antes, algunos de ellos decían directamente que los proyectos eran ‘invotables’. Cambio sutil desde lo discursivo pero sustancial en la conceptual.
Sucede que el bloque de 29 senadores que posee el oficialismo, estaría expresando al menos cuatro posiciones distintas pero que en definitiva termina dando como resultado un rechazo significativo a los proyectos del Ejecutivo, tal como están concebidos.
Estarían resistiendo la aprobación, en la Cámara de Origen al menos, los siete senadores de UCR que no solamente tomaron nota de las exclamaciones de los intendentes bonaerenses respectos de sus necesidades, sino que además ya está bajando ‘línea nacional’ de expresar cierta ‘defensa propia’ hasta aquí no practicada.
También no estarían prestando apoyo a los proyectos de la gobernadora Vidal los cuatro senadores monzonistas, tres de ellos terminan sus mandados el próximo año. Aquí el cortocircuito es puramente político.
Gabriel Monzó, hermano del diputado nacional y presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Emilio Monzó -jefe de la facción-, estuvo largo tiempo saludando dirigentes en las puertas del salón Cafiero cuando se reunieron intendentes y legisladores peronistas esta semana en el Senado. Desde ese sector del oficialismo político, propulsor de la expansión Pro bonaerense, esperan señales claras de los operadores vidalistas que, hoy por hoy, brillan por su ausencia.
Y hay más, en una primera y corta mirada, los tres lilitos o cívicos, senadores que responden a la diputada nacional Elisa Carrió, que también tienen sus reparos, en esta ‘etapa de enfriamiento’ de las relaciones según expresaron. Sucede que desde aquí no se compartirían ‘Títulos’ enteros de los proyectos.
Así el bloque oficialista, en el recinto que más domina, estaría contando con una significativa resistencia ‘adentro’, en el propio inicio de las negociaciones finales, para avanzar en el tratamiento de los proyectos ‘claves’, con una oposición que se alinea como ‘para concretar’, que también espera modificaciones a las iniciativas.
El miércoles 1º de agosto los concejales votaron la creación y conformación de la Comisión Investigadora, luego que el integrante de ese Cuerpo, Martín Fraiz, manifestara que El Trébol, la empresa de recolección de la basura domiciliaria, ‘le roba al pueblo de Moreno’. Al ser considerada la posibilidad de constituir una Comisión Investigadora de la empresa El Trébol, se incluyó en el paquete investigar también a la empresa La Perlita, cuya actividad es el transporte público de pasajeros, que le paga al Municipio un canon por el uso de las calles del distrito.A partir de mediados de septiembre, cuando se convoca a una reunión para cumplir con lo que se había votado, comenzó una discusión sobre la cantidad de integrantes, se coló la idea de que la comisión no sea investigadora sino de seguimiento y control de los contratos de estas dos empresas.
Corrió mucha agua debajo del puente y las controversias continúan, tanto sobre los integrantes de la comisión como sobre el nombre de la misma.Y ahora, a días de finalizar el mes de noviembre la Comisión Especial que ‘debe informarse e informar si la empresa de recolección de la basura nos roba’ no recibió los expedientes, contrato, pagos o facturas de parte del Poder Ejecutivo municipal.
La concejala de Cambiemos Giselle Agostinelli detalló la situación ‘no recibimos nada, el Departamento Ejecutivo todavía no giró nada’.
Ante esta situación, la concejala opositora que detalló que ‘nuestra decisión es retomar la propuesta del Frente Renovador a través de los concejales Néstor Joao y Débora Galán, me refiero a convocar a los secretarios y que rindan explicaciones acá’, en propio Concejo. Pero pequeño detalle, que bien recordó Agostinelli, no hay que ‘olvidar que el funcionario que debía controlar a la empresa ya no está en el cargo’, dijo la edil en relación al ex funcionario Roberto Gaudio, que renunció al cargo en el ínterin, en los primeros días de octubre.
Cabe consignar que Roberto Gaudio trabajó como funcionario en Moreno desde 2015, pero su militancia partidaria la despliega en el distrito de Quilmes.
En los primeros días de octubre, tras las primeras tendidas en el Concejo Deliberante, de común acuerdo con el intendente Walter Festa, Gaudio dejó su cargo de Secretario Infraestructura y Desarrollo Urbano para iniciar su pelea por la intendencia en ese distrito de la zona Sur, lo que fue denominado como una ‘mudanza militante’ por lo actores políticos del lugar.El problema, como quien dice, lo tiene el Concejo Deliberante de Moreno; ¿A quién le preguntarán sobre los contratos que El Trébol y La Perlita tiene con la municipalidad del distrito?
Con acuerdos salariales que, en muchos casos, quedaron muy por detrás de la inflación, motivaron a varios intendentes bonaerenses buscar darle un poco de ‘oxígeno’ a los empleados municipales de cara a los gastos de fin de año. Así, mientras algunos reabren negociaciones, otros otorgan bonos que van de entre los $ 1.500 y los $ 5.800.
La discusión efectivamente se fue extendiendo en el territorio provincial, pero a poco de andar no faltaron quienes, de arranque, así como en otros ordenes, en el ámbito municipal trataron a la medida de ‘parche’. Y es en este marco que desde la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses (FeSiMuBo) advierten que no exigen esas sumas, sino ‘reaperturas de paritarias’.
Desde las administraciones oficialistas que se adelantaron con la concesión del bono se encuentran la municipalidad de Lanús y San Isidro en tanto que en La Plata y Vicente López se está analizando la cifra, al tiempo que se asegura que ‘algo habrá’.
En tanto, por caso, en Berisso, el intendente de Cambiemos, Jorge Nedela, reabrió las negociaciones y les propuso a los trabajadores un aumento del 10%, más un bono no bonificable ni remunerativo a pagarse en diciembre. La propuesta fue desestimada por el Sindicato de Trabajadores Municipales que ahora definió un plan de lucha.
El otorgamiento de estas sumas es visto con cierta desconfianza desde el sector gremial. ‘Nosotros no estamos pidiendo bono, estamos pidiendo reaperturas de paritarias’, resumió el dirigente gremial Rubén ‘Cholo’ García.
El sindicalista consideró que en muchos distritos los salarios quedaron ‘muy atrás’ y que se viene ‘pidiendo reaperturas de paritarias.