Hace ya algunos años se conoció la noticia que un hombre de Nueva Delhi, India, denuncia a la marca de desodorantes Axe por publicidad engañosa, asegura que lleva muchos años usando su producto y no consigue atraer a mujeres, como promete el anuncio. Bedi decidió querellar contra Axe cuando una amiga lo golpeó con una escoba al tratar de impresionarla. Él se dio un baño con los productos Axe y apareció desnudo frente a ella, recibiendo de inmediato el golpe.
Asegura que lleva siete años utilizando dichos productos, sin que esto mejorase su capacidad de ligar con mujeres. '¿Dónde diablos está el 'Efecto Axe'?, lo he esperado durante siete años, desde que estaba en el colegio hasta ahora que trabajo en una oficina y ninguna mujer ha accedido a salir y tomarse una taza de té o café conmigo, pese a que estoy seguro de que pueden oler mis perfumes y desodorantes, ya que siempre me los aplico en abundancia', declaró el joven en la demanda.
El caso que suena insólito nos permite reflexionar sobre la publicidad y sus efectos: Repasemos algunos conceptos que publica la revista científica 'Visión de Futuro'.'Publicitariamente se puede crear una tendencia psicológica hacia un consumo, dándole valores diferenciales a productos que no tenían un determinado espacio, así se observa que se posicionan las marcas y son desplazados unas por otras.
Generalmente los consumidores buscan detrás de cada producto, servicio, comunicación, consumo, un estado mental. Y cada uno de ellos le proporciona un estado mental determinado.
Los estados mentales son los que sustentan los comportamientos, la mayor parte de los avisos publicitarios ponen mayor énfasis en el estado mental que el producto puede proporcionar, que en las características del producto en sí.
Para convencer y vender a alguien una idea o una decisión, es necesario investigar cuál es el estado mental que esa persona desea tener, el cual influye enormemente, dado que los pensamientos son las representaciones internas que cada persona tiene de cada experiencia, objeto, o relación que ha mantenido con alguien. El estado mental de una persona es consecuencia de sus pensamientos. Lo que implica que para cambiar un estado mental es necesario, en primer lugar, cambiar el pensamiento.
El estado mental es decisivo en el proceso de elección que realizan los consumidores, porque provoca los comportamientos coherentes con este estado mental, ya que actúa en un nivel neurológico más profundo.
Y entonces analicemos la publicidad de Axe por los especialistas en el rubro. 'Siguiendo con los lineamientos internacionales propuestos por Unilever para su marca Axe de mantener el estatus de marca líder de los nuevos targets de jóvenes de 18 a 25 años, la clave del éxito en el posicionamiento de Axe radica no sólo en mostrarse como un simple desodorante sino, como lo definiera Martín Montoya, en ser -una herramienta para seducir-.Lo novedoso de la comunicación de Axe es que, tal como predican los distintos comerciales de la marca, ya no es necesario ser un latin lover, un millonario o el más lindo de la barra de amigos (como sucediera en publicidades de antaño) para conquistar a la chica soñada.
Axe, con toda su línea de productos como compañero de andanzas a la hora de seducir, está ligado a la personalidad de los distintos tipos de hombres, porque la idea de lo masculino ya no remite a una imagen única. Un gran ejemplo es el personaje de Axel con look '70 en el comercial creado para el lanzamiento de la fragancia Axe Maniac.
Axel era un chico común (tal como lo muestra en el comercial la foto de su documento de identidad), pero la incorporación de Axe a su vida ayudó a revolucionar su mundo. Más allá del resultado del juicio en este caso, es bueno saber que la Argentina prohíbe la 'publicidad engañosa' y que las empresas deberían enfocarse más en cumplir el deber de información que les manda la norma que en diseñar costosas campañas que promueven en forma implícita o explícita virtudes del uso del producto que resultan inexistentes.