Juan Martín Del Potro no vacila cuando tiene enfrente a
monstruos del tenis como Roger Federer, Rafael Nadal o Novak Djokovic, pero
cambia el semblante cuando le preguntan por cuestiones de su vida privada. Por
ejemplo, de su novia Stephanie Demner, una modelo de 20 años que cultiva el
bajo perfil.
"Ella sabe, es una persona muy especial, que está
conmigo hace mucho tiempo", respondió el tandilense cuando desde Radio 10
le preguntaron por su novia, a quien en el momento de la premiación en Londres
se refirió con un frío "la chica que me acompaña".
"No me hagas hablar de esto", le pidió, nervioso,
al conductor Oscar González Oro, aunque luego cedió y reconoció que los planes
de matrimonio son potables en el futuro: "Ojalá, me gustaría tener una
familia. Pero por ahora mi prioridad es esto (por el tenis)".
En otro orden, Del Potro comentó que "ganar una medalla
vale más que cualquier ranking (actualmente está octavo en la clasificación de
la ATP), más por la forma en que se dio. Si estoy diez 12, 8 o 5 no marca tanto
la historia como haber ganado el US Open o esta medalla".
"Yo sigo teniendo el sueño y la ilusión de pelear por
el número uno", aunque no sé si voy a tener la chance o no",
reconoció al ser consultado por sus aspiraciones. Y agregó que debe jugar todos
los torneos para pensar en el Masters (su próxima cita es Toronto, que comienza
la próxima semana).
El tandilense contó que sigue a otros compatriotas que
compiten en los Juegos y destacó: "Creo que una de las cosas que nos dio
los Olímpicos es acercarte a otros atletas, a otros deportes y que te hagan
sentir parte de que están todos peleando por lo mismo". En ese sentido,
contó que estuvo en el estadio cuando Usain Bolt ganó la prueba de 100 metros
libres.
Por último, comentó que no lloró por Boca "porque no
tenía más lágrimas", que cuando termine su carrera se volverá a Tandil, y
cerró: "Después de mucho tiempo puedo estar contento, disfrutar, jugar al
tenis, y mi familia y mis amigos están sanos".
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