Del Potro confesó ayer que nunca olvidará lo que vivió en el torneo, en el que se ganó el cariño del público: "Puedo haber perdido, pero jamás olvidaré lo que viví, fue mucho más fuerte que ganar cualquier partido. Me hicieron muy feliz y no me importa el resultado", expresó luego de haber batallado durante tres horas y cuarto con Wawrinka en el estadio central Arthur Ashe.
La Torre de Tandil, 142 en el ranking mundial de la ATP y campeón del US Open en 2009, llegó a Nueva York con el envión que le dio la medalla plateada que ganó en Brasil, e hilvanó cuatro triunfos sin ceder ningún set. Ante Wawrinka (3) se produjo un hecho inusual, ya que el público en su totalidad lo ovacionó durante un minuto, antes de jugarse el último punto, a modo de despedida, en un reconocimiento que lo sensibilizó. "Lo que viví en ese último punto es muy difícil que le pase a otro jugador del circuito. Si uno se guía por el cariño de la gente, claramente el ganador era yo, pero el marcador dijo otra cosa, pero me llevo esa linda sensación, además del gran torneo que hice", subrayó el tandilense de 27 años.
El argentino, cuarto en el ranking mundial en 2010, fue el preferido del público durante todo el torneo, no solo por su tenis, sino porque le reconocieron el grandísimo esfuerzo que hizo para volver a jugar luego de haber superado tres operaciones en la muñeca izquierda. "En Río todos los partidos fueron como el de Wawrinka, pero esta vez la ovación fue en un país donde si no sos americano es muy difícil que la gente se conecte con un extranjero. No me gustó perder, pero el cariño del público vale mucho más que un triunfo o ganar un torneo", valoró Del Potro.
Delpo admitió que físicamente no estaba al ritmo que requiere un torneo de Grand Slam, luego de haber regresado en febrero de este año al tenis, aunque ahora descansará unos días y luego, a jugar la Davis.
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