Argentina sigue agigantando su historia en el futsal: La Selección femenina logró una histórica medalla de plata y la masculina una de oro en los Juegos Odesur. La última se consiguió de manera agónica, ya que Matías Edelstein, de 30 años y que juega en Hebraica, sacó un derechazo ¡a cuatro segundos del final! que significó el 2-1 ante Paraguay, en Asunción, cuando con el empate, se la quedaba el local.
Una semana después, cuando aún resuenan en sus oídos los festejos por esta nueva conquista, el hombre del grito de oro charló con DIARIO POPULAR.
–¿Qué es para vos ser nuevamente campeón con Argentina?
-Una sensación inexplicable. Representar a la Selección es único y salir campeón con estos colores es muy difícil describirlo con palabras, pero es alegría, felicidad, sentir que todo el esfuerzo que se hizo valió la pena.
-¿Es el gol que más gritaste y más importante tu carrera el que le hiciste a Paraguay?
-Sin dudas es uno de los goles que más grité en mi carrera, por la importancia y por el momento.
-¿Ya caíste, podés creer que sacaste una bomba que terminó en gol a segundos del final para que Argentina sea de oro en los Odesur por primera vez? ¿Seguís viendo el gol? ¿Cuántas veces lo viste?
-Todavía no caigo, te soy sincero. El deporte se trata de momentos, y todo pasa tan rápido que tenés poco tiempo para poder disfrutar y entender lo que está pasando. Cuando te cruzás a alguien y te dice "Quedaron en la historia" empecé a entender el logro que conseguimos y la repercusión que tuvo. Sí, obvio que sigo viendo el gol, lo ví como cien veces ya y cada vez que lo veo me empiezo a reír solo (risas).
-¿El gol fue una jugada preparada o una conexión con Lachaga?
-No, no fue una jugada preparada. Quedaban cinco segundos, era meterla adentro del área o poder rematar desde afuera; yo me quedé lejos, Kevin Arrieta se llevó a su marca y quedó abierto el pase que me dio Nico. Ahí busqué más la precisión que la potencia, sabía que podía rebotar en alguno y así fue.
-¿Qué sentiste cuando la pelota infló la red? ¿Se puede comparar con algo?
-Lo primero que me salió cuando vi entrar la pelota fue reírme, no entendía lo que estaba pasando, todos mis compañeros se metieron en la cancha corriendo para todos lados, realmente fue una locura. Cuando ves esa sonrisa en las caras de todos, esa felicidad de haber logrado algo único, no se compara con nada.
–Le gritaste, al igual que Benyik y Eze Ramírez entre otros, el 2-1 a un sector. ¿Quiénes estaban?
-El gol lo gritamos en ese sector de la cancha que estaban las chicas del futsal femenino y los dirigentes, justo el gol fue ahí y lo gritamos con ellos que nos alentaron durante todo el partido. Eran 15 contra todo el estadio lleno y se los escuchaba, la verdad fue espectacular.
–Contanos alguna intimidad del festejo de la medalla de oro.
-En lo personal no podía dejar de sonreír, nos fuimos al vestuario, cantamos, nos cambiamos, volvimos a la premiación y yo seguía con la sonrisa en la cara. No podía creer como se había dado todo.
-¿La medalla donde la vas a guardar?
-Tengo un sector de mi casa donde guardo las medallas. Cuando vuelvo de un viaje si tengo una medalla lo primero que hago es hacer un lugar y ponerla ahí.
–Argentina no para de hacer historia en el futsal. ¿Cómo se explica, cuáles son las claves?
-Creo que la diferencia con los demás es que nosotros nos caracterizamos siempre por ser un equipo, sabemos que individualmente no somos mejores pero si jugamos todos juntos podemos pelearle de igual a igual a cualquiera. Sumado a eso, el jugador argentino tiene algo adentro, un plus que se nota, que juega por la camiseta, y tiene una capacidad de sufrimiento que en los malos momentos hace que podamos pasarlos de la mejor manera.
-¿Te gustaría que este logro sirva para que el futsal siga creciendo?
-Ojalá sirva para eso, desde el Mundial conseguido en 2016 que el deporte viene creciendo. Todavía falta mucho, pero la Selección es algo clave para llegar a más chicos y chicas que quieran iniciarse en el futsal.
-¿El deporte se está acercando al profesionalismo en Argentina con estos logros?
-Todavía falta para llegar al profesionalismo pero estamos en busca de eso. Ojalá podamos seguir creciendo y que cada vez falte un poco menos.
-¿Te explotó el celular de mensajes tras el gol?
-La verdad me llegaron muchísimos mensajes. Gente que no conozco me decía "Gracias, no sabés cómo gritamos el gol, nos abrazamos con la familia". Son mensajes que te llegan, que te hacen dar cuenta de que uno representa a mucha gente que sigue a esta selección.
Obviamente los mejores mensajes fueron los de mi familia y los de mi novia, son los que me emocionan porque ellos son los que saben el esfuerzo y el sacrificio que hay atrás de todo esto, así que esto es de ellos también.
-El último tramo del partido, Paraguay estaba más cerca de la victoria y el empate también le daba la medalla a ellos. Sinceramente, ¿pensabas que se quedaban con la de plata? ¿Qué sentías en esos momentos?
-Yo sentía por dentro que lo íbamos a ganar. No me preguntes porqué pero tenía esa sensación adentro y se las decía a mis compañeros. No pensé que se iba a dar como se dio pero sabía que lo íbamos a ganar y que nos íbamos a quedar con ¡la de oro!
Argentina se transformó en una potencia del deporte en los últimos años. Ganó la Copa América 2015, el Mundial 2016 (el primero de su historia), las Eliminatorias Sudamericanas 2020 y la Copa América 2022.
Además, fue subcampeón de la Copa América 2017 y del Mundial 2022 donde buscó el bicampeonato. Tras este antecedente brillante, la Selección escribió una nueva página dorada (nunca mejor usada la frase) en su historia.