En horas de la mañana del pasado domingo, un oficial de la Policía bonaerense baleó a un joven, de 18 años, argumentando que se resistió a un intento de robo, en el que puso en fuga a otros dos que serían sus cómplices, quienes escaparon en moto y no pudieron ser localizados, ni detenidos. El muchacho herido cayó sobre el pavimento en la ruta 226, en las afueras de la ciudad de Mar del Plata, siendo atropellado por un auto y sufriendo heridas de gravedad, que derivaron en su muerte.
Si bien la investigación, basada en la versión ofrecida por el sargento Arcángel Bogado, apuntó a que se trató de un homicidio en legítima defensa, la familia de Brandon Nerón Romero denuncia que se trató de un caso de gatillo fácil, asegurando que el chico era un pibe trabajador, que pasaba gran parte del día en sus tareas en una panadería y que casi ni salía de su casa, desmintiendo que se trate de un ladrón.
Ante la dilación en los trámites judiciales por efecto de la pandemia, aún restan conocerse los informes complementarios de la autopsia al cuerpo de la víctima, que presentaba tres impactos de bala (dos en sus piernas y un tercero, en el hombro) y politraumatismos, producto de haber sido arrollado por un vehículo que transitaba a alta velocidad por la zona, al producirse el presunto asalto en el que los desconocidos habrían pretendido sustraerle la moto del policía.
El fiscal Alejandro Pelegrinelli aún no pudo tomarle indagatoria al oficial Bogado, pese a encontrarse imputado por el delito de "homicidio en ocasión de robo" y el agravante de su condición de miembro de una fuerza de seguridad. Tampoco se logró identificar al conductor del auto que atropelló y dio muerte a Brandon Romero, pues todo apunta a que con los balazos que recibió sólo habría quedado herido.
El aún confuso episodio se registró en el kilómetro 6 de la ruta provincial 226, en la periferia marplatense, a las 7 de la mañana del último domingo, cuando el efectivo, de franco de servicio, regresaba a su domicilio y de acuerdo a su testimonio, resultó abordado por tres sujetos que lo interceptaron para robarle su moto, al interceptarlo con un vehículo similar. En esas circunstancias, Bogado con su arma reglamentaria efectuó varios disparos, logrando herir a uno de ellos y que sus cómplices huyeran y al caer al asfalto, un auto que venía detrás, arrolló a Romero, ocasionándole lesiones mortales.
Personal de la comisaría 6ta. de Mar del Plata se desplazó al lugar y expertos de la Policía Científica levantaron vainas servidas, que pertenecerían a la pistola 9 milímetros del subteniente y sería el único que disparó. El fiscal Pelegrinelli ordenó secuestrar el arma para ser periciada y la autopsia a Brandon Romero ("el nivel de inmediatez, lo simultáneo casi entre los balazos y que es arrollado hará difícil establecer la causa exacta de la muerte", dijo), aunque todavía no le tomó indagatoria al imputado.
Mientras la madre del joven insiste en que su hijo no era un ladrón, que tenía su trabajo como panadero, carecía de antecedentes penales y no duda en que se trató de un caso de gatillo fácil, la principal hipótesis de los investigadores que el policía se defendió de un intento de robo, que carece de testigos, por lo que no se dispuso ninguna medida restrictiva de la libertad del policía, al considerar que actuó en legítima defensa. Al mismo tiempo, nada se supo de los supuestos cómplices de la víctima y tampoco del automovilista que lo atropelló.
En las redes sociales, Romina Vergara Romero, la madre del joven asesinado, escribió que "mi hijo Brandon Nerón Romero era panadero, trabajaba todos los días, no tenía antecedentes. Salió de mi casa, porque le insistieron para salir y al mediodía me dicen que me lo mataron por robar. Es increíble que haya querido robar, porque trabajaba y tenía plata guardada en casa, no necesitaba nada, estaba feliz. Los que realmente los conocemos sabemos lo que era. No sé como voy a seguir. Recién te fuiste y ya te extraño".