“Es necesario corregir las asimetrías entre los italianos en el exterior y los peninsulares”, afirma el doctor Claudio Zin. Médico con amplia y destacada trayectoria asistencial, académica y en los medios de comunicación, casado y padre de cuatro hijos, ahora es primer candidato a diputado al Parlamento italiano por la UDC (Unión Democrática Cristiana), que en La Plata lleva también como postulante a ocupar un asiento en esa Cámara baja al empresario Nicolás Moretti, presidente de la Asociación Pugliese de esa ciudad, en las elecciones generales del 9 de abril en Italia, que en nuestra región se celebrarán por correspondencia, entre el 20 de marzo y el 5 de abril.
Zin nació en Bolzano, provincia de Bolzano (en el límite de Italia con Austria). Su madre era de Trento y su padre de Padua. Llegó a Argentina a los cinco años y volvió con su familia a la península a los 15 años. Vivió un año en Milán, hasta que su padre se jubiló, y entonces todo el grupo familiar retornó a la Argentina.
Zin cuenta que en el 2004 “bajó un poco mi ritmo de trabajo, y el año pasado se acercó un grupo de italianos para proponerme participar en política. De este modo llego a ser candidato a diputado por la UDC; un partido al que define como “de centroderecha, moderado y cristiano”.
“Creo que la colectividad italiana, en lo referente a la vía diplomática para resolver sus problemas, ha tocado un techo, y que los diplomáticos ya no pueden solucionar los problemas de la gente -señala-. Hay dos Italias: la peninsular y la de los ciudadanos en el exterior. La única forma de cambiar las cosas, la tremenda desigualdad existente, es a través de la vía política. Las asimetrías las pueden cambiar los políticos y no los diplomáticos, que ya han agotado todos sus recursos”.
Pasaportes y pensiones
“Hay mucho por modificar para una mayor igualdad”, señala Zin. Y cita como ejemplo, que un ciudadano en Italia obtiene su pasaporte en un lapso de 7 a 10 días, mientras que en Argentina, un italiano ha demorado hasta 8 años en conseguirlo. Además, allá no se cobran y acá sí.
Zin menciona otro caso de asimetría que se da con las pensiones, que en Italia son mayores que en Argentina, donde se reducen en un porcentaje porque se toma en cuenta una serie de coeficientes que determinan que con esa suma menor el beneficiario puede vivir igual dignamente. Respecto de la salud, Zin explica que mientras en Italia el ciudadano accede al sistema de atención de excelencia en forma gratuita, acá si se atiende en una filial del Hospital Italiano, “lo único que no abona es la consulta, pero debe correr con todos los demás gastos, como medicamentos, análisis y estudios, con lo cual termina pidiendo asistencia al Consulado, que lo ayuda hasta que puede, pero de pronto se queda sin provisión, y -como ha sucedido- por caso, un paciente oncológico debió suspender su tratamiento porque el respectivo organismo diplomático no tenía medicación para suministrarle. Esto es muy grave y no puede ocurrir”, remarca el profesional.
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