Otro capítulo en la novela de Diego y sus dos mujeres que no termina de comprenderse. Ayer, mientras Rocío Oliva pregonaba por TV que se había reconciliado con Maradona, un oficial de justicia notificaba a sus familiares que iban a ser desalojados de la vivienda del Diez en Bella Vista. Y por la noche, cuando el ex futbolista llegó al país desde Brasil, fue directamente a la casa de Verónica Ojeda en Ezeiza, donde posó -en la puerta- con ella y con su hijo.
Todo empezó en el Diario de Mariana, cuando una exultante Rocío, desde Brasil decía: "Sucedió, pero era probable que pase. Estamos reconciliados, hablamos, tratamos de ver como termina esto, de llevar esta situación a lo mejor posible. Pero tranquilos, tratando de evitar más líos y problemas". Según contó pasaron la noche de su cumpleaños juntos, cenaron en el hotel y la cronista que compartió la velada con ellos blanqueó que toda la noche estuvieron a puro mimo. Hasta acá la historia de amor, la que cuenta la pasión y la piel que tienen tanto Diego como Rocío.
Pero cuando a las 19.30 el vuelo de Fly Emirates aterrizó en Ezeiza y Diego llegó al país todo cambió. Es que lo primero que hizo fue dirigirse a Ezeiza y visitar a Verónica Ojeda y a su hijo Dieguito Fernando. Y no solo eso, lejos de sentirse invadido por la prensa, lejos de sus habituales enojos, salió a la puerta de la casa y posó feliz con su hijo y Verónica para los fotógrafos. Una imagen testimonial, un mensaje que mandó Diego y dos cosas que quedan claras: su amor incondicional por Dieguito y su excelente relación con Verónica.
"Rocío no miente, estuvieron, se abrazaron, la pasaron genial, pero lo que la rubia no ve es el trasfondo de esta historia y que pronto explotará por los aires", decía un allegado a Diego.
La realidad es que sigue la causa en su contra. Y ayer se vio en la casa de la calle Entre Ríos en Bella Vista. Según el documento al que tuvo acceso exclusivo DIARIO POPULAR, el oficial se presentó para constatar el estado de "ocupación de inmueble, requiriendo a sus moradores el nombre, apellido, DNI, como así también que manifiesten en qué carácter realizan la ocupación". El oficio lleva la firma del Juez Silvio José Mazzarello y constató que en la casa de la polémica estaba la familia de Rocío a pleno. Entre ellos José, el padrastro de Oliva, quien para la defensa de Maradona es la pieza clave para lograr el desalojo. Es que lo que quieren constatar y para eso fue el oficial de Justicia, es que José es un militar y ninguna persona que pertenezca a esa fuerza puede estar en una propiedad donde haya una causa judicial en proceso.
Esta causa avanza con todo y los abogados de Diego siguen adelante sin haber recibido una directiva en contrario. "No hablamos mucho de la causa, en realidad nos dedicamos a nosotros. Yo le pedí disculpas porque hablé cosas que no tendría que haber hablado y él también me pidió disculpas", dijo Rocío. Lo cierto es que mientras se piden perdón no solo sigue la causa de desalojo sino que está al caer el pedido de detención internacional de Rocío por la causa de robo que le inició el Diez en Dubai.
Dos historias bien definidas que pintan de cuerpo entero una relación de locos. Diego vive sus momentos de amor y pasión con Rocío, pero cuando baja a la tierra cae en la realidad y sigue adelante con causas judiciales que están a punto de detonar con todo.
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