Conversar con Alessandra Rampolla se equipara a atravesar un torbellino de definiciones y experiencias. Le recuerdo que hace un par de años hicimos una nota telefónica. “Pues negro tienes que aparecerme en el show, todavía no te he visto en persona?rdquo;, propone la sexóloga mediática más famosa del Continente. Su visita por el país se corresponde con la presentación en vivo de su show Rampolla te lo cuenta todo, que a modo de preestreno realizó en Tucumán. El contacto directo con la gente, sostiene, le da un plus que escasea en la tele o al momento de escribirle a sus seguidores. “Me llevo otra energía, el público me conoce y ya sabe mi onda; que no vengo a poner a nadie incómodo, que la gente pueda hablar abiertamente de todos los temas, que sea un lugar de contención y no de juicios antes el sexo”, describe entusiasta.
En su repaso, la mujer que en más de una oportunidad supo hacer sonrojar a famosos y expertos, destaca la manera descontracturada de encarar la formación sexual. “A mi me gusta apelar al humor porque yo creo que el sexo es comiquito y nadie se ve muy elegante teniendo sexo, es como una cosita rara y nos reímos cuando destacamos esas experiencias y formas”. Destaca el afecto que recibe cada vez que se traslada a la Argentina. “La gente me regala amor y cariño por toneladas y es tan bien recibido porque estoy enamorada de este país, es como un festival de conocimiento, de conexión”.
Entre tantas idas y venidas, los sucesivos cambios en cuanto a la sexualidad, no dejan de sorprenderla. Incluso el debate sobre el aborto. “Estoy completamente a favor de la despenalización. Me parece importantísimo, algo básico que ya debería estar, con mucho entusiasmo cruzo los dedos y espero que pueda pasar la ley porque se trata de un tema de salud pública. Se trata de salvaguardar y darle seguridad a las mujeres en el cuidado de su salud”, afirma pero desconfía del concepto sobre “estar a favor”.
“No creo que sea algo bonito, que alguien se levante y diga uy, qué lindo día para abortar. Eso no existe, es una situación penosa, difícil, dolorosa, triste, incómoda. Pero para algunas mujeres es la posibilidad de elegir la vida que quieren tener. Los hombres pueden tener experiencias y no necesariamente para el resto de sus vidas, les es mucho más fácil desvincularse de una situación como esta”, informa.
Lejos de considerar a Argentina como un país progresista en relación a los derechos sexuales, Alessandra define contundente. “Como el resto de América es muy machista. Lo mismo en Estados Unidos, donde supuestamente es más progre y las mujeres ganan 77 centavos por cada dólar que cobra el hombre. Pero sí creo que el hecho de que el país sea dirigido por hombres da lugar a que se prioricen las opiniones masculinas”, destaca. Alessandra reconoce los sucesivos cambios. “En mis charlas no hablo de despenalización, ni siquiera equidad, no es el tema, pero sí me parece que el contexto con el que estamos viviendo tenga que ver con la actualidad. De cierta forma, representar la sexualidad desde un contexto actual”.
El matrimonio igualitario, la identidad del género, el movimiento Ni Una Menos, aparecen entre tantos cambios. “También los temas de equidad y todos los escándalos sexuales que han salido de Hollywood y se han ido destapando en el resto de países. Ha habido un montón de cosas que te cambian y de manera muy rápida”, describe. Sobre la identidad de género toma posición: “soy de celebrar las diferencias, la belleza de la diversidad humana reside precisamente en el hecho de ser todos iguales y tan distintos”. Tales cambios vertiginosos obligan a tomar una posición y para Rampolla no hay medias tintas.
“Démonos cuenta que nos enseñaron mal y cuando sucede tenés dos opciones: hacerse cargo de la nueva información que tienes hacerte responsable que ya no eres ignorante y la otra es hacerte el idiota y repetir lo que hiciste durante toda tu vida”, propone casi con ironía.