Gonzalo Moreno Charpentier, Bambi, fue conocido durante muchos años por ser el bajista, productor, compositor y uno de los artífices de Tan Biónica, la banda que integró junto a Seby Seoane y Diega Lichtenstein y en la que también estaba su hermano Chano. Conocieron el éxito muy rápido, llenaron estadios, esparcieron hits por todos lados, pero un día del 2016 dijeron basta y el sueño de la banda se terminó, o entró en un impasse. ¿Qué hacer? Para muchos hubiese sido el fin, pero para Bambi fue el comienzo tal vez de una carrera que amenaza con ser aún más fructífera que la de Tan Biónica y que con un solo álbum editado, El encuentro, ya está nominado como Mejor Album para los premios Gardel. “Es una alegría inmensa y es un honor impresionante. El Gardel es un premio muy prestigioso, en Latinoamérica se valora mucho, estar nominado es un sueño. Confirma que la dirección en la que va uno es buena y las decisiones tomadas fueron las correctas”, cuenta Bambi.
¿Te sorprendió la nominación con apenas un año como solista?
-Era un primer trabajo, teníamos la ilusión, pero la verdad es que fue una gran sorpresa estar nominado. Es que el mío es un proyecto que era inesperado, no lo deseaba, no lo pensaba. El proyecto surgió en un momento de mucha angustia, de estar desorientado por no saber que pasaba con la banda y a mí me surgían las canciones y no tenía un lugar donde ponerlas. Sentía que estaba todo gris, era todo cemento y de repente salió una flor y fue este proyecto del que estoy orgulloso.
Bueno pero este éxito seguramente anulará la chance de volver con Tan Biónica...
-No, para nada. Lo que nos pasó fue que la decisión que tomamos lo hicimos para cuidar el proyecto, lo queríamos preservar, no encontrábamos el norte y dijimos: “paremos un cacho y veamos cómo sigue”. Por ahí Chano ya lo venía masticando estando en la banda y por eso se le dio mas rápido la chance de armar un disco. En mi caso fue meterme hacia adentro, procesarlo y saltar. Pero yo no cierro las puertas a nada, porque estoy convencido que este proyecto, el mío, puede coexistir con Tan Biónica, hoy la veo lejos la chance de volver, por parte de todos, pero nunca dejaría de tocar con ellos si algún día se da.
¿Con Chano cómo estás?
-Tengo un lazo muy sanguíneo con Chano, fuimos de chicos muy cómplices, muy de contarnos todo. Nosotros tenemos una relación que se está reconfigurando porque pasamos de convivir 24 horas a vernos en ocasiones familiares. Me gusta mucho su música, la que está haciendo ahora. Es muy talentoso y no tengo dudas que seguirá creciendo.
¿Te preocupa algunos momentos en los que aparece involucrado?
-Es que son ustedes a veces los que hacen algo más grande de lo que es. Chano es igual a cualquiera de nosotros, la única diferencia es que él vive más la exposición. El está acostumbrado a vivir de otra manera el tema de lo público, diferente a lo que lo puedo enfrentar o vivir yo que soy más introspectivo. Pero él está muy bien.
¿Soñás con tener el éxito personal que tuviste con Tan Biónica?
-Es que este proyecto no es igual al de Tan Biónica. Nosotros con la banda empezamos de cero, yo hoy tengo otra contención, otro armado. Tengo el apoyo de la discográfica que sabe lo que puedo dar, tengo el conocimiento de la gente y eso es un caudal muy importante. Además yo no quiero orientar mi nave tal como fue la nave de Tan Biónica, porque este proyecto que hoy tengo no lo busqué, llegó porque necesitaba tener un canal de expresión, donde poner mis canciones y es cierto que me superó, que hoy lo disfruto y quiero potenciarlo, pero nada que ver con la banda.