Espectáculos
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La bailarina insistió en que a Diwan lo único que le importa es el dinero en juego: “Hubo una extorsión de su parte. Si yo no le firmaba la cesión del 50 por ciento de la casa, me dijo que iba a destruir mi imagen pública en un programa de TV”.
La guerra mediática entre Gisela Bernal y Ariel Diwan sigue estando a la orden del día sin agregar tanto a todo lo que se vienen diciendo desde hace dos semanas. Sin embargo, hubo una frase que llamó poderosamente la atención de la bailarina: "Cuando quedé embarazada estaba con Ariel y con otra persona, de quien no voy a dar el nombre".
Ayer en Este Es el Show, su conductor, José María Listorti, quiso sacarle a toda costa a Gisela en una extensa nota telefónica del nombre del padre biológico de la criatura. Ella se negó rotundamente y se excusó de contestar si se trataba de Francisco Delgado, el nombre más fuerte que suena del padre biológico.
Bernal siempre aclaró que con Diwan llevaban una relación clandestina de un año y medio. El productor seguía viviendo con su primera esposa y ella también tiene una relación paralela. Pero desmintió de manera categórica que habría muchos padres en danza: "Mintió diciendo que había una gran cantidad de padres posibles, tampoco es real que robó la identidad a una criatura y no me gustan las fiestas tal como él viene diciendo".
La bailarina insistió que su ex pareja "dijo una infinidad de injurias que son muy difíciles y duras de desmentirlas. Pero el tiempo y la justicia me darán la razón".
En todo momento de la nota, Bernal reconoce que el padre de Ian es el mismo Diwan porque lo vio nacer y crecer. Respecto de por qué se tardó tanto tiempo en realizar un ADN, Gisela contestó: "Ambos siempre supimos que podía ser de otra persona. Cuando quedé embarazada él me lo pidió, pero no lo hice porque una punción era un estudio invasivo para el bebé y después nunca más me lo pidió".
Frente a este entuerto judicial, Bernal confió que "de la única manera que hago un ADN es que la Justicia lo pida porque es el que vale". De esta manera, puso en duda el estudio de ADN que Diwan se hizo en un laboratorio privado: "El rompió el contrato que teníamos como pareja de ir a hacer el ADN juntos".
Bernal insistió que a Diwan lo único que le importa es el dinero en juego: "Hubo una extorsión de su parte. Si yo no le firmaba la cesión del 50 por ciento de la casa, me dijo que iba a destruir mi imagen pública en un programa de televisión y después lo cumplió. Como yo no tenía nada que esconder, dejé que lo haga. Pero él mintió en la historia y sumó un montón de cosas que no son reales".
Al final de la nota, Bernal remató que "le tengo miedo a Ariel Diwan y que voy a pedir a la Justicia una restricción de distancia".
Antes de salir ella por el programa de El Trece, Diwan se presentó nuevamente en el ciclo Intrusos en el Espectáculo para reclamar que lo deje ver al bebé: 'Ella me dice que no me lo da porque no lo sé cuidar bien. Yo soy papá de dos hijos mayores, uno de 11 años y otro de ocho años. Los chicos caminan por todas partes, se caen a cada rato. Pero no es verdad que no soy capaz de cuidar a un bebé como dice ella para que yo no lo pueda ver".
Mientras el abogado de la bailarina, Guillermo Arín, sostiene que lo mejor es arreglar en privado, lo cierto es que los abogados de Diwan radicaron la denuncia por delito de supresión del estado civil de un menor que cayó en el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional Número 6.
Pese a todo, la vida sigue y comenzó con los ensayos
A pesar del gran embrollo judicial que tiene que afrontar, para la bailarina Gisela Bernal la vida sigue. Por eso ayer se sacó una foto publicó una foto de los ensayos para Bailando por un Sueño con su equipo, Nicolás Villalba y su coach.
Días atrás, Bernal afirmó que se encuentra en una situación económica muy complicada porque Diwan no cumple con la cuota alimentaria y por esta razón aceptó la propuesta de trabajar con Marcelo Tinelli.
Si bien el estado anímico le puede jugar una mala pasada, Bernal intenta seguir adelante con su vida laboral por el bien de ella y de su bebé que es lo que más le importa en el mundo.
La bailarina acude casi todos los días a su terapeuta para afrontar un duro juicio y exposición mediática que cuando arranque Bailando por un Sueño se va a potenciar al máximo.
Gisela apuesta al tiempo que le dé la razón en su pelea sin retorno alguno con su ex pareja: ""Mi imagen se cayó en mil pedazos". Sabe que la recuperación será muy costosa tanto en lo emocional como en lo económico. Pero cree que de la única manera que se sale es con trabajo.