La relación de histeria entre su personaje de médica recién recibida y Mike Amigorena, tuvo un giro con la reciente declaración de amor en la tira. Una pareja que gusta y convence. Y la chance de actuar sin descuidar a los hijos.

Mientras sorprende con el personaje de una convulsionada médica recientemente recibida en la escena diaria de Guapas, Florencia Bertotti, disfruta de un inmejorable momento personal. Enamoradísima del actor Federico Amador, con quien planea casarse y tener un hijo, se destaca en la ficción de las 22 de El Trece junto al trabajo de Araceli González, Isabel Macedo, Mercedes Morán y Carla Peterson.

La pareja con Mike Amigorena que compone en la trama de estas cinco mujeres en busca de su felicidad, es una de la que más atención concita en el ciclo. Días pasados, la declaración de amor del Doctor Müller (Amigorena) a Lorena (Bertotti), quien terminó besándola de prepo, mientras sonaba de fondo la canción Kiss Me, de Sixpence None the Richer, marcó un antes y un después en la apasionada historia de histerias de sus personajes y provocó la adhesión del público en general. Sin lugar a dudas, el regreso de la chica de sonrisa ancha catapultada por éxitos como Son Amores, Floricienta y Niní, tras un receso para vivir intensamente su maternidad, rindió sus frutos. La propuesta de Guapas llegó para esta actriz como un soplo de aire fresco. En el momento indicado en el que quiso retomar el ruedo apareció el reto que proponía Pol-ka. Y en la decisión, parece no haberse equivocado.

"Con Guapas venía como dudosa porque no quería resignar temas de la maternidad y de mi vida. Pero la propuesta me encantó. La historia del encuentro entre cinco mujeres por una situación desafortunada que viven todos los personajes, es muy linda. Y el personaje de Lorena, estudiante de medicina recién recibida, muy sacrificado e inmerso en la lucha cotidiana por la subsistencia como el de una muchacha que vive en el Conurbano, me atrapó de entrada. Pegó muchísimo", dice de entrada Bertotti, luego de un largo impasse para resguardar su tiempo junto a Romeo, el hijo que tiene fruto de su relación con Guido Kaczka.

"Siento que el tiempo pasa y después no vuelven a tener la edad que tienen y no me lo quiero perder. Me encanta actuar cuando siento que tengo algo para contar y me gusta el proyecto. No es que tengo una necesidad permanente o que siento que me falta algo cuando no lo hago. Necesitaba más estar en mi casa, poder estar con mi hijo, compartir con él", señala esta intérprete que ya en 2012 se lució en su regreso con La Dueña, para luego elegir alejarse nuevamente (por otro ratito) de la actuación. "Venía como culposa. No sé delegar, la paso mal. Cuando apareció la oportunidad pensé si realmente podía acomodarme a todo con las cosas que tenía que seguir y lo pude hacer con el apoyo de Fede. Nos cubrimos entre nosotros y estamos conteniendo a nuestra familia", detalla Florencia con suma sencillez.

"Alejarme fue como una decisión natural inevitable y cuando volví y recibí la propuesta de Guapas justo me cerraba que mi hijo empezaba doble turno y que yo tenía ganas", cuenta. "Además, estar en un elenco coral te da la posibilidad de flexibilizar la cantidad de horarios y la gente de la producción te da ciertas libertades como salir dos veces por semana para ir a buscarlo al jardín. Eso era lo más importante, estar en la diaria y no desaparecer. Por suerte pude acomodar todo".

Consciente de que fue referente de varias generaciones de niños con ciclos como Verano del '98, Floricienta y Niní, Florencia Bertotti, siente que siempre se sentirá sensibilizada con ellos pero ya no volvería a trabajar para los más pequeños. "La etapa de los chicos me encantó, me llevo bien, tengo como un código que lo siento. Después de la experiencia de Floricienta estuve trabajando y decidí volver con algo para chicos como Niní, que fue un programa en que me di todos los gustos, contar historia con mensaje, bailar, cantar, divertirme. Para mí los chicos son una bendición, no es que dije: 'Me quiero despegar'. Elijo con una mentalidad de no desechar sino con el disfrute de pensar si me voy a divertir, lo voy a pasar bien, voy a hacer algo que me guste, voy a conocer gente nueva. Y así sucedió", concluye la actriz, quien sólo sigue ligada a los niños a través de su local de ropa para chicos Pancha Buenos Aires, que inauguró hace cinco meses en San Isidro.i