Calu Rivero fue entrevistada por Estelita, el personaje de Jey Mammon, en compañía de la sexóloga Alessandra Rampolla. Y desde el escenario del teatro de Palermo, la actriz volvió a pedir justicia en su denuncia por “acoso” del galán Juan Darthés, cuando trabajaron juntos en Dulce Amor (Telefé, 2012).
A la salida, parte del público la abucheó en la calle mientras daba notas a los movileros: “Estuvieron toda la noche así (de atrás se escuchaban gritos de ‘malísimo’ u ‘horrible’): Yo me quedó con la mayoría que conservó el respeto. Es la sociedad que tenemos. Quiero que se haga justicia y que se entienda que soy la víctima”.
El lunes había tomado la palabra Juan Darthés, cuando asistió a la función de prensa del estreno de la obra Mentiras Inteligentes, que encabeza y produce su amigo, Mariano Martínez: “Calu Rivero es un tema terminado” y agregó que él también defiende las banderas del colectivo Ni Una Menos en contra de la violencia de género.
Mientras Darthés evitó nombrarla, ella en la entrevista volvió a abrir su corazón y se refirió a la causa judicial que le inició el galán por daños y perjuicios: “Mis abogados ya respondieron a esa demanda y yo estoy muy tranquila, porque sé que va a haber Justicia y que la verdad sale a la luz, no hay otra forma. Yo siempre voy con la verdad, no tengo ninguna necesidad de inventar todo esto. Todo el dolor que atravesé, la exposición, no hay necesidad alguna”.
Eva de Dominici fue una de las pocas personas que salió a defender al galán de televisión. “Lo están condenando como si fuera un monstruo. Hay mucha gente que no se anima a hablar y defenderlo”, señaló en su momento. Eva tenía un papel muy chiquito y pudo haber sido testigo de la situación entre los dos en el set.
Días atrás de Dominici le pidió disculpas a Rivero tanto en privado como públicamente. Rivero había dicho sobre Eva: “Me hizo daño, me dolió. Me pareció muy fuerte que una actriz de una generación incluso más joven que viene con un chip distinto esté tan directamente bancando el patriarcado”.
“Hace un mes o dos estaba viniendo a la función de la obra Derechas y recibo un mensaje de ella, me dijo si podíamos hablar, me pidió disculpas y entendió la gravedad de lo que hizo. Yo le dije que me había hecho mal, pero no la había juzgado. Traté de entender por qué lo había hecho, pero le agradecí por el daño que estaba reparando en este momento. Esa función la hice super emocionada, por la hermandad de dos mujeres que quieren la igualdad entre nosotros”.