Esta semana, la actriz de Para Vestir Santos, Celeste Cid, estuvo en el candelero por dos motivos. El primero de ellos: Celeste se volvió a enamorar y la segunda, y quizás la más importante, el reconocimiento de una etapa de gran oscuridad de su vida. Dos años atrás ella era noticia por sus recaídas anímicas y ahora reconoció su adicción al paco.
Cid lo acaba de confesar en un reportaje en la revista Rolling Stone. Cuando se le preguntó sobre la adicción al paco, contestó: “Y... algo de eso hay. Nunca me gustó el porro, me pone mal, me pega al revés de todo el mundo. En lugar de dormirme o darme risa, me da paranoia”.
La relación sentimental con el líder de la banda de rock Turf, Joaquín Levingston, no fue la mejor elección, porque tanto ella como él tenían fuertes recaídas. “Fue una etapa que desbordé con cosas que supe siempre, que me habían pasado a nivel familiar, muy profundo y que yo me había adormecido. Como trabajo desde muy chiquita, siempre tuve la inercia de seguir y de no querer abrir los ojos. Hasta que cuando lo hacés, ves todo y entrás en crisis”.