El integrante del elenco de "Los Corruptelli" comenta que últimamente dice lo que piensa. Y sin filtro. Indica que no perdona la mentira y señala: "Dejé de ser extremadamente generoso. Ahora soy lo suficientemente generoso y sólo con quienes considero que debo serlo".

La pasión es uno de los motores más importantes de su vida. La fuerza de voluntad es uno de los rasgos más característicos de su personalidad. No tiene medias tintas y con el correr de los años ha dejado de ser extremadamente generoso para pasar a ser suficientemente generoso. En esta ocasión, Christian Sancho -integrante del elenco de la obra de teatro “Los Corruptelli”- responde a todas las cuestiones que se le plantearon a lo largo de esta entrevista con la serenidad de un hombre que ha llegado a la madurez con más certezas que incertidumbres.

l ¿Por qué hace lo que hace?

-Por la pasión, porque que está profesión me ayudó a crecer, no sólo como actor sino como ser humano y porque aún no encontré algo que me guste más que la actuación.

l ¿Para qué le falta valor?

-Para nada. El rasgo más característico de mi personalidad es la fuerza de voluntad. Mi valor parte de saber que como no vengo apadrinado por nadie desde la cuna, tengo que salir a luchar todos los días.

l ¿Qué le quita energía?

-La gente maleducada, posesiva e irrespetuosa. Por eso, intento evitar a esas personas. Si no lo hiciera, quizá terminaría cayendo en sus redes y se modificaría mi día.

l -Nuestro destino, ¿está marcado?

-No. Cada uno es artífice de su destino, Dios lo sabe y nos acompaña.

l Con el tiempo, ¿se volvió más indulgente o más exigente?

-Me hice más exigente conmigo mismo. Me exijo a llevar adelante aquellas cosas que me permitan estar más tiempo con mi familia, que me posibiliten una mejor calidad de vida, que me exijan menos dinero, que me acerque más a la felicidad personal.

l ¿Qué actitud toma cuando una persona que quiere mucho lo defrauda?

-Me defraudan la mentira, la traición y la doble moral. Para mí eso implica un corte definitivo.

l ¿Cuál es su mayor capital?

-Saber compartir, escuchar, el estar y darle una mano a la gente. Esto me lo enseñó la vida y, por supuesto, mis viejos.

l El paso del tiempo, ¿le preocupa?

-No, lo agradezco. Los años me dieron sabiduría, experiencia y la posibilidad de encontrarme hoy en un lugar que jamás hubiese imaginado.

l De su vida, ¿qué le parece increíble?

-Quizás, el no haber perdido la convicción que tengo desde un principio. Muchos, después de veinte años de trabajo, se sienten abatidos, están empezando a cansarse. En mi caso, al contrario, tengo las mismas ganas que cuando llegué a Buenos Aires desde Rosario.

l ¿En qué dejó de creer?

-No creo mucho en la gente.

l En la relación que establece con los otros, ¿de qué está alerta?

-De la decepción. Dejé de ser extremadamente generoso. Ahora soy lo suficientemente generoso y sólo con la gente que considero que debo serlo.

C Sancho.JPG

l Todo hombre, ¿tiene su precio?

-No. En la vida hay cuestiones esenciales que no tienen precio.

l A su juicio, ¿cuáles son las cuestiones medulares que hacen a la constitución de un buen ser humano?

-La sinceridad, la honestidad y la generosidad.

l Normalmente, ¿piensa todo lo que dice?

-Últimamente, digo lo que pienso. Lo siento así y no le pongo filtros a nada. Si a los 40 años tengo que empezar a cuidarme y a ser políticamente correcto, no aprendí nada de la vida.

l ¿Está de vuelta de algo?

-De ninguna manera. Siento que sigo yendo todo el tiempo.

l ¿Hacia dónde cree que va?

-Creo que todos los días voy transitando por el camino del aprendizaje

l En ese camino, ¿con qué piensa que se puede encontrar?

-Con distintas personas que la vida me dio la oportunidad de conocer. Quizás hace algunos años iba sin saber hacia dónde me dirigía, hoy sé muy bien qué quiero y qué necesito para mi. Si bien la vida siempre te da sorpresas, yo tengo idea que hice las cosas que debía hacer para que nada me sorprenda ingratamente.

l ¿Para qué le pediría a Dios un tiempo extra?

-Para ver crecer a mis hijos.

l Por último, ¿cree que acá se hacen y se pagan?

-Sí. Pienso que lo que uno hace, le vuelve. Si hacés el bien, te vuelve el bien. Si generás el mal, eso es lo que recibís. La vida me lo ha demostrado. Yo siempre intento dar buena onda y, en general, la vida y el Universo me lo han ido devolviendo. Hay que construir desde un buen lugar y vas a ser compensado.

Contacto

Registro ISSN - Propiedad Intelectual: Nº: RL-2025-11499155-APN-DNDA#MJ - Domicilio Legal: Intendente Beguiristain 146 - Sarandí (1872) - Buenos Aires - Argentina Teléfono/Fax: (+5411) 4204-3161/9513 - [email protected]

Edición Nro. 15739

 

Dirección

Propietario: Man Press S.A. - Director: Francisco Nicolás Fascetto © 2017 Copyright Diario Popular - Todos los derechos reservados