El actor de la publicidad de Don Carlos, aquel que blanqueaba sus empleados para estar en regla con la AFIP, dice que pese a su rol en Malparida no deja de cargar con el estigma de esa propaganda. Ni “tudo bom” ni “tudo legal”. Mariano Argento, más conocido por su ya clásico rol de Don Carlos en las parodiadas propagandas de la AFIP, sufrió las consecuencias de haber encarnado al empresario que, luego de varios años, blanqueó a sus empleados. Hoy, Argento disfruta de la exposición que la propaganda le dio -de hecho, pasó por Botineras y actualmente se sumó a Malparida-, aunque recuerda viejas épocas en donde su personaje le jugó más de una mala pasada. “Algunos pensaban que me llamaba Carlos, que tenía una PYME y que era un garca. Lo que no me gustaba era que mezclaran realidad con ficción. En la calle me decían: ‘¡Cómo puede ser que recién ahora pongas a tus empleados en blanco!’”, recuerda el actor en una entrevista concedida a la revista Pronto. “Durante mucho tiempo me asociaron a ese spot, me decían que era el señor AFIP y hasta que pasara un tiempo, no podían llamarme”, confiesa.
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