"Estoy muy feliz, rodeado de mis seres queridos, mi esposa, Marta Alicia, con quien llevamos 47 años de matrimonio, mis cinco hijos y mis siete nietos.
He vivido 80 años hermosos y ahora van a venir otros 80 años más hermosos todavía", comentó el emocionado cantautor quien pidió expresamente destacar su fanatismo por Huracán, el club de sus amores.
"En estos 80 años cumplí todos los sueños que tenía de pibe. El gran maestro de mi vida fue mi papá. El me puso la primera guitarra entre mis manos. Mi papá siempre decía que al pibe hay que aprovecharlo entre los 10 y los 15 años cuando no tiene ningún problema y es en esa etapa cuanto más tiene que estudiar y definir una vocación. Siendo un obrero, mi papá me hizo estudiar folclore, danza, guitarra clásica, teatro y dibujo. Todas esas disciplinas que aprendí de chico posteriormente me sirvieron para toda la vida", cuenta.
Detalla que su primer trabajo en cine fue cuando dobló las piernas de Mirtha Legrand bailando malambo para la película Vidalita, donde también actuó Narciso Ibáñez Menta.
"Cuando el director de la película me vio zapatear, me dio un par de botas y me hizo hacer los pies de Mirtha vestida de gauchita. La señora Legrand siempre comentaba esta anécdota cuando hacía los almuerzos por televisión. Después de ese primer trabajo como extra, Oscar Valicelli me llevó a la compañía de Olinda Bozán para participar de la comedia Adiós Plata Mía, donde interpreté el papel de un peoncito que bailaba un malambo. Fue en el teatro Astral de la calle Corrientes en 1949. Ese fue mi verdadero debut profesional".
En este 2012, Zapata está de festejo por partida doble, porque está cumpliendo 80 años de vida y 50 de la creación de uno de sus mayores hits musicales, La Gorda, y lo recuerda así:
"A La Gorda la grabé el martes 13 de febrero de 1962 con el visto bueno de Waldo de los Ríos. Fue mi primer gran éxito discográfico y con esta canción triunfé en Colombia, México, Perú, Costa Rica, España, donde fue grabada al ritmo de cumbia flamenca, los Estados Unidos, Suiza e Israel cantada en hebreo por Schlomo Idov. Dos años más tarde grabé mi segundo gran suceso, No Vamo' a Trabajar, que ahora está cumpliendo 48 años y es uno de los grandes himnos de casi todas las hinchadas del fútbol argentino".
Después de haber grabado 43 discos con más de 500 canciones incluidas, afirma que
"el mayor premio que he cosechado en la vida es el cariño de la gente. Mi papá me enseñó que al público tenía que quererlo mucho, porque te da todo y te pide muy poco, un beso, un autógrafo y un abrazo. Esto me lo enseñó cuando comencé a cantar. Y hace un par de años cuando fui a tocar a un pueblito de La Pampa, a la salida del teatro donde había actuado estaban esperándome unas 40 personas. ¿Quiénes eran? Eran los 40 que como no tenían guita, se quedaron sin entrar a verme. Ahí mismo en la calle saqué la guitarra, les canté dos canciones y se fueron felices, chochos de la vida".