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Pese a los roces con Gasalla en un marco donde a una humorista femenina siempre le cuesta hacerse un lugar en un medio dominado por hombres, la imitadora no pierde el buen humor y promete un show espectacular en Mardel.
E s uno de los años en los que más se luce su talento dentro del programa de la diva máxima de la televisión argentina como Susana Giménez y paradójicamente, como nunca, se habla de ella asociada a la polémica y al resquemor que supuestamente provoca en Antonio Gasalla que el último domingo dejó el programa en medio de una guerra de celos de la que siente ajena.
Fátima Flórez, en cambio, disfruta de su victorioso año al lado de Susana, y reconociendo que le cuesta hacerse de un sitial en un ambiente altamente competitivo como el del humor: “Yo tomo lo positivo que es estar en el programa de Susana en sus 30 años, algo que es muy especial. Susana está festejando sus 30 años en la tele y estar yo ahí es un regalo, un honor muy grande para mí”, se enorgullece.
“Todos los domingos haciendo un personaje diferente eso me tiene muy ocupada también mentalmente. A ver ¿con qué puedo salir?, ¿qué puedo generar?, ¿qué puedo ofrecerle al público?. Siempre tratando de conquistar público. Siempre pienso en la gente: a ver qué tendrá ganas de ver la gente.
De todos modos, también decide la producción de acuerdo a los invitados que van y de ahí se va armando el programa Yo este año presenté una lista de personajes muy grande, pero también me han pedido otros, como por ejemplo Mariana Nannis, que pude sacarlo en muy pocos días. Por suerte anduvo bárbaro y lo volvimos a repetir. Yo estoy muy contenta “, señala al tiempo que les pone el hombro a los dichos con sutileza.
Logrando en tiempo record el tono preciso de los personajes nuevos, al lado de la blonda más importante del país, a quién confiesa no tratar fuera de cámara y en casi nula relación con el capo cómico que dejó circunstancialmente el ciclo para abocarse a actuar en una obra a realizarse en Nueva Jersey, esta imitadora y humorista transita una etapa de gran reconocimiento. Tanto, que a veces, su destaque molesta al resto.
“Creo que realmente todo el mundo quiere estar allí. Todos quieren estar en este programa y yo poder estar allí disfruto como un nene. Como un nene con chiche nuevo. Yo disfruto, juego, me divierto, todos los domingos hago un personaje nuevo. Yo estoy jugando en el Barsa, en Barcelona. Es jugar con Messi”, cuenta Fátima que fuera del tiempo en el aire, no cruza palabra con Susana Giménez. “Me llevan al set y antes no puedo ver a nadie. Es un tema las máscaras porque lleva mucho tiempo. Hay mucho trabajo detrás. Estudio personajes a las 5 de la mañana, grabándome, probando, a mi marido le pregunto: “¿qué tal me sale?” ...hay mucho esfuerzo”, desliza.
En tanto, hablar de un televisivo 2018 renovando firma junto a Giménez o incluso retomando el aire periodístico de Jorge Lanata, suena prematuro. “Todavía no firmé para el año que viene. Yo no cierro puertas para nada -dice hablando de un posible regreso con Lanata-. A donde voy dejo las puertas abiertas, las ventanas, siempre abro puertas. Tengo muy buena relación con todos y la verdad que los que son mis jefes siempre quedan muy contentos. Toda propuesta se puede evaluar. Por el momento quiero disfrutar que estoy hasta diciembre en el programa de Susana”, asegura políticamente correcta.
Señalada como una casta brava la de los humoristas, Fátima Flórez, admite su lucha sin meterse en el barro. “Puede ser que sean muy bravos los humoristas. Yo trato de focalizar siempre en mi trabajo. No voy a mirar lo que hace el otro. No puedo mirar lo que hace el compañero o el colega; si se ríen más con otro o si sube el rating que hace. Yo me fijo en lo mío realmente. Tengo tanto que mejorar en todo que realmente tengo las energías puestas en lo mío. Sino no crezco. Uno tiene que tener las energías puestas en uno para segur creciendo y darle lo mejor al público. Sino no podés crecer”, señala con sabiduría.
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“Entre hombres todo me cuesta. Hay que remar el dulce de leche. Es muy difícil ser mujer en el ambiente del humor. Fijate que todos amamos y quedó como la gran referente Niní Marshall porque a las mujeres de verdad, les ha costado y les cuesta hacerse un lugar. Soy mujer, ¿Qué quieren qué haga? Soy feliz de ser mujer. Las mujeres me aman, son las que me traen a sus maridos al teatro. Yo estoy muy agradecida del lugar que tengo: no lo puedo creer”, vocifera enseguida. “Tengo mi propia obra donde la gente viene a verme, he ganado tantos premios, soy feliz. Pero quiero seguir creciendo como todo el mundo. Siempre hay que pensar en crecer, en darle lo mejor al público”.
Fátima se quebró hace poco en un programa de espectáculos donde rompió en llanto. “No me arrepiento de nada que se haga desde el corazón. Es auténtico. Y ese llanto salió del alma. Así como me río, lloro. Todos somos seres humanos. Reímos, lloramos, vamos al baño... somos seres humanos”.
Este año cambia las sierras por Mardel
Luego de dos años exitosos en las sierras cordobesas de Carlos Paz, este verano Fátima hará temporada en Mardel.
“Termino el contrato hasta fin de año con Susana y el 19 de diciembre estoy estrenando un nuevo espectáculo en el Teatro Roxy de Mar del Plata con la producción de Lino Patalano”, dice ella mientras detalla con precisión la flamante propuesta que dará a conocer en el verano.
“Con mucho despliegue, con mucha escenografía, virtual, corpórea, cambio de vestuario, artistas en escena que me acompañan, músicos en vivo, pantallas LED, hologramas, gente que canta y que baja, personajes nuevos como los Pimpinela, Valeria Lynch, Mirtha Legrand, Gladys la Bomba Tucumana, Lía Crucet, los Caniggia, Mariana Nannis y por supuesto Moria y Susana, Vidal, las políticas”, enumera Florez.
“No creo que Gasalla se ponga celoso de mí”
El pasado domingo, caracterizado con su personaje de La abuela, Antonio Gasalla, en un clima festivo, se despidió de Su Giménez para viajar a los Estados Unidos a concretar un proyecto de actuación. Llamativamente Flórez no participó del envío, se cree que por expreso pedido del actor que la semana que viene, aguarda que ocupe su lugar Lizy Tagliani.
En el centro de la escena e indicada como determinante en la decisión del humorista por el retiro, ella relativiza los hechos.
“Yo no lo vivo así. Yo creo que es más que nada un tema que él tiene con la producción. El también se manifestó en alguna nota y dijo que conmigo no tiene problemas y que le salió este viaje. Me había comentado el año pasado que tenía un viaje a Nueva Jersey. Pero yo creo que van a ser unas poquitas semanas y después va a volver al programa. Me parece por lo que escuché porque no pude hablar con él. Creo que es así. De cualquier manera, si a él lo tiene contento ese proyecto me parece que está muy bien”, resalta frente al reciente alejamiento del gran cómico.
Entre problemas de celos, resquemores y vanidades mediante, Fátima Flórez, se sostiene en la nada sencilla tarea de permanecer en un lugar destacado en un mundo de hombres. ¿Será efectivamente que a una figura como Antonio Gasalla le despierta celos su crecimiento? “No tengo idea. Me imagino que una persona con tantos años de trayectoria no se va a poner celoso ni nervioso por mí”, responde la mujer de las mil caras. “No creo eso. De verdad creo que hay que preguntárselo a él. Yo no puedo estar dentro de su cabeza. Yo puedo hablar de lo mío y lo que hago dentro del programa, pero no de lo que los otros piensan o sientan. Lo demás hay de verdad creo que preguntárselo a él”, explica esta artista que tampoco tiene trato con el humorista fuera del set.
"Yo estoy en los camarines de arriba con todo el tema de maquillaje, máscaras, peluca. Estamos en un camarín muy grande en el piso de arriba de todo así que yo no veo a nadie y bajo y veo a todos en el set. Antes no los puedo ver. A mí me viene a buscar la producción y yo bajo”, manifiesta Fátima evitando enredarse en climas conflictivos de trabajo. “Yo soy un obrero, me pongo la camiseta, laburo. Te puede gustar o no lo que haga, pero transpiro la camiseta. Ese es mi rol. Entretener a Susana y al público es mi rol. Yo cuando la veo a Susana que se ríe me río también, nos reímos todos. Es eso. Yo juego, voy a jugar”, garantiza Flórez con tono ameno, mientras se pone firme para desmentir la queja de Gasalla que la tildó de acaparar el primer sketch en el que estuvo invitado Jorge Lanata y ella aparecía con su clásica imitación de Cristina Kirchner.
“No creo que sea así porque ese sketch que fue el primero en el que estuvo Jorge (Lanata) duró 40 minutos de los cuales yo solamente estuve 10 minutos. Con lo cual no me pude haber hablado todo ni comido todo”, deja en claro.
Por último, nos despide vendiendo su show en la feliz donde promete hacer “A todas las super estrellas de Argentina y el mundo y el show tiene que ver con mi paso con Susana este año”, anticipa.
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