¿Imaginabas que ibas a ser nombrada como la revelación?-Es fuerte, nunca lo pensé, no esperaba tanto. Sí imaginé que me iba a ir bien por el cariño de la gente en la calle. Además, durante el invierno estuve haciendo gira y me fue genial. Ahí fui palpando qué podía pasar, pero no imaginé algo así. Hay mucha competencia y gente de nombre muy importante en cada teatro. Estar tan bien ubicados en la taquilla es muy fuerte.
¿Planifican hacer tres funciones los fines de semana?-Cuando el productor Javier Faroni me dijo de hacer tres me pregunté "¿llegaré?". El tema es que estoy cantando en vivo, haciendo 29 voces, dos horas al palo. Es muy importante el tema vocal. Pero una vez, al menos, lo quiero hacer. Tener la experiencia de hacer tres funciones, y si la salud y el cuerpo dan, hacer cada viernes tres funciones. Hay que agradecer porque en esta temporada todo el mundo se queja, no sólo en los teatros, sino también en los restaurantes y otros comercios. Dicen que está muy tranquilo, que hay un 20 por ciento de turismo menos.
Te emocionaste cuando te fueron a ver Mirtha Legrand y Enrique Pinti...-Son personas que siempre miré y admiré desde mi casa. Fantaseaba con trabajar con ellos, ser bailarina en algunos de sus espectáculos. Nunca se me cruzó que podrían venir a verme. Son palabras mayores.
Hace dos temporadas ya te habían ofrecido ponerte al frente de un show, ¿por qué este año te animaste?
-Antes no era el momento. Me manejo mucho con la intuición, soy muy perceptiva, medio brujita. Mientras aguardé, seguí trabajando con otras personas, con María Marta Serra Lima, Hernán Piquín, los Calabró, Moria Casán y Raúl Lavié. Siempre con gente de la que aprendí mucho. Hasta que dije éste es mi año, puedo largarme solita. Y no me equivoqué porque me está yendo super bien.
¿Creés que tu aparición sostenida en televisión colaboró con esta popularidad?-A mí me ayudó mucho el haber estado durante 2012 haciendo a Cristina en el programa de Jorge Lanata. El personaje pegó un montón, ¡hasta en los chicos! Eso es rarísimo, primero que en un programa político se haga humor ya es medio extraño y después que les guste a los más chicos, está buenísimo. Charlotte Caniggia es otra que les encanta a los nenes. La verdad, se dieron varias cosas que atraen mucho al público. También se empezaron a ver más mis videos en YouTube, hay gente que me sigue hace rato y otra que se suma por el boca en boca.
¿En 2013 seguís en Periodismo para Todos?-Sí, Cristina es de Lanata.
Y además, ¿vas a estar en ShowMatch?-Sí, con todos los personajes que vengan, tipo Charlotte, Mariana Nannis, Moria, Carmen. Todo lo que salga, actualidad pura. Voy a hacer muchos personajes, va a estar buenísimo.
Un desafío importante el de ir cambiando personajes sobre la marcha, ¿no?-Sí, porque aparecerán Titos, Cokis y más gente nueva que pega fuerte y habrá que imitar. A Charlotte la preparé muy rápido, y por suerte salió genial. No es fácil hacerlo en poco tiempo. En realidad, sacar un personaje lleva varios meses, pero el training que te da la tele y los tiempos que requiere son diferentes. Hay que estar con las antenas re atentas detectando gestos, voces, todo.
¿Cómo elegís a las personas que vas a imitar?-Primero tiene que ser alguien popular, que lo conozcan todos. Puede ser querido o no, pero no hay concesión con la popularidad. Además, debe tener una personalidad bien definida, el color de voz es super importante, pero sino también se puede dibujar. Por ejemplo, la voz de Cristina es muy imitable porque la tiene así como ronquita, y por momentos se quiebra mucho. Es muy difícil lograrlo, hay que ponerle mucha técnica porque sino te quedás afónica al segundo día que la hacés. Hay otras voces, como las de Susana, Moria, Süller, Shakira que está buenísimo trabajar. Si las sacás, enseguida son reconocibles. El tiempo te da un plus. A Moria la hago hace mil años, pero la voy perfeccionando cada vez más. La hago en el teatro e improviso mucho, si bien tengo un libreto, estoy en contacto con el público -subo un matrimonio al escenario como hacía ella- y me atrevo a jugar mucho porque tengo las herramientas para hacerlo.
¿Empezaste imitando a tus ídolos?-Sí. Cantaba y hacía los pasos de Michael Jackson y a Madonna le copiaba muy bien el tono de voz. Pero creo que las primeras, primeras imitaciones fueron de Beatriz Salomón, Xuxa y el personaje de Catherine Fulop en la novela Abigail. Incluso de chiquita imitaba a gente no famosa, a mis profesores del colegio.
¿Alguna famosa te dijo que no le gustaba cómo la interpretabas?-Nunca nadie me dijo: "No me gusta". Al contrario, me han hecho el aguante, me apoyan. La Süller me adora y Natalia Fassi también. Tengo entendido que Moria sabe que la hago muy bien y ella se puso contenta. Dijo que me iba a venir a ver. Es más, el otro día hice a la Sueca de ShowMatch en un móvil y estaban todos re contentos, hasta las fans de ella. Así con todos, nunca nadie se enojó. Para mí que traspasa cuando uno lo hace con respeto, profesionalismo. No tiro chistes desagradables, no me meto nunca con problemas de salud, soy muy respetuosa -sean personajes queridos o no- porque, de alguna manera, uno "vive" de ellos al imitarlos. Para mí es una muestra de cariño o admiración imitar a una persona.
¿Sabés si a la Presidenta le gusta tu personificación?-No, pero no se debe haber enojado. Siempre digo que si no, alguien me hubiera llamado para decirme: "Che, dejate de hinchar". Es más, me dicen que la hago con mucho respeto, que cada vez me sale mejor... Será de hacerla tanto, estoy muy mimetizada. Como actriz e imitadora no puedo dejar de hacer a una Presidenta que es la persona más importante y reconocida de un país; y más si desde 2007 la vengo trabajando. A lo largo de la historia, no hubo un primer mandatario que no haya sido imitado.
La producción del espectáculo de
Fátima Flórez barajaba la idea de salir de gira por el interior del
país, al término de la temporada. Pero con los números que hoy arroja la
taquilla, el plan es otro. "Me parece que vamos a hacer calle
Corrientes. El tema es ahora encontrar la sala. Hay una con la que casi
seguro vamos a cerrar. No sé cómo voy a hacer con la televisión y el
teatro. Pero lo bueno es que hay trabajo", se entusiasma Flórez.
¿Y las vacaciones?
-Quería
tomarme un mes, pero no sé si será posible. Hace dos o tres años que no
me voy. Necesito no maquillarme, no atender teléfonos, estar en otra.
Pero la temporada termina en marzo y parece que Lanata y Tinelli
empiezan antes con sus programas. ¡Aunque sea diez días me voy a
escapar! Con Norberto pensábamos en ir a Las Vegas. Por más que allá
vaya a ver shows, me desenchufo, estoy con otra gente. Después iríamos a
Disney, a la montaña rusa, a ver a Mickey Mouse... Vamos a ver si los
tiempos acompañan.
La voz, su tesoro
Fátima
recibe a Diario Popular con un pañuelo anudado al cuello que se saca
cuando posa para las fotos. "Siempre llevo uno y, más en Mar del Plata,
porque la brisa me mata. Soy alérgica, pasa un vientito y fui. A la
playa prácticamente no fui porque el aire de mar es muy traicionero para
la garganta, te agarra y no podés hablar por una semana. Realmente no
puedo darme ese lujo porque las cuerdas vocales tienen que estar en
perfecto estado para hacer tantas voces. Entro a un lugar y pido que por
favor apaguen el aire o, aunque sea, el que me da a mí. Además, trato
de no hablar por teléfono porque es lo peor y no hablo mucho por la
mañana. Tampoco grito", enumera la humorista, que suma más cuidados para
estar en perfecto estado cuando se levanta el telón: "Antes de cada
función, caliento la voz y elongo muchísimo los músculos porque hago
muchas coreografías; la de Madonna, Justin Bieber, Raffaella Carrá... Es
cantar, bailar, actuar, poner mucha energía. No tomo alcohol, jamás
fumé. No tomo ni café, lo máximo puede ser una gaseosa. ¡Ni sol tomo! La
dermatóloga me dijo que lo evite porque tengo la piel muy delicada.
¡Vine media falladita de fábrica!".
Ambito masculino
Si bien reconoce que no está
preparada para imitar a los hombres (por el timbre de voz), explica que
el de las imitaciones sigue siendo un ámbito masculino: "Cuando empecé
me miraban raro porque imitadora, humorista y mujer, mhhhh... Siempre
fueron hombres los que imitaban pero no bajé los brazos, aposté y creí
en lo que hacía, siempre tuve fe. Cuando me dijeron algo malo me terminó
saliendo genial. Es más, cuando algunos se enteraron que iba a hacer
temporada este verano me tiraron 'tené cuidado, ¿te parece?, te vas a
pegar un palo'. Y yo me animé".
Luego agregó que "este
ambiente es muy machista, pero igual me jugué. Encima soy rubia, medio
grandota; al principio daba como vedette. De hecho, empecé así porque no
me daban la oportunidad como imitadora, me decían que muestre el
cuerpo. Bueno, hice algunas cosas de vedette, pero enseguida pude
desarrollarme en lo mío y, poco a poco, lo logré. Siempre paso a paso,
aunque este año fue un crecimiento enorme subí varios escalones".