El miércoles, pasada la una de la madrugada, Gran Hermano consagró a Francisco Delgado como el ganador de la edición 2015. Con el 52,7 por ciento de los votos se impuso a Matías, pero su victoria quedó envuelta en una más de tantas polémicas que acompañaron esta primera edición del reality en la pantalla de América. Desde el mismísimo ingreso de Francisco a la Casa se habló de un "acomodo". Es que el ganador ingresó sin hacer el casting que se bancaron sus compañeros.
El fue elegido por el escándalo mediático que rodeaba a Gisela Bernal y su hijo. Durante su estadía en la Casa violó las reglas varias veces y nunca fue sancionado, salió de la Casa varias veces, rompió el aislamiento como nunca antes y en varios videos de los que circulan por las redes sociales se lo puede ver hablando con la producción y teniendo ciertos privilegios a la hora de la edición.
Como nunca ocurrió con este programa, se notó la "mano" de la producción, pero para el canal terminó siendo un éxito y superó sin dudas todas las expectativas. El miércoles terminó con 11.2 de rating, fue el quinto programa más visto del día y sólo fue superado por la primera gala -el 29 de abril-, que terminó con 12.1. En el total de las galas, que fueron 23, el programa terminó promediando 8.1 puntos de rating. Esto le permitió a América quedarse con tranquilidad con el tercer lugar entre los más vistos y hasta llegó a superar a Telefé en el prime time cuando se hacían las galas. Es por eso que en América ya anunciaron que el próximo año estará una vez más en la pantalla. Primero deberá pasar el tiempo para que baje la polémica y sobre todo la de los fans de Matías, quienes fueron los encargados de denunciar fraude a la hora de la elección del ganador. El reality madre de todos los realities cerró una nueva y polémica emisión; al estilo de América, tuvo de todo y logró su objetivo: no pasó inadvertido
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