"Es el día más importante de mi vida", escribió ayer a la mañana Jésica Cirio en su cuenta de Twitter. Es que después de mucho esperar llegó el gran día de la fiesta de casamiento junto a Martín Insaurralde.
En La Manea Polo Club de Ezeiza, los invitados fueron citados para las 18.30 y una de las particularidades de la fiesta fue que se cumplió con todos los horarios previstos. Pasadas las siete de la tarde, Jésica recorrió la larga alfombra roja que la llevaba hasta la capilla al aire libre que se había montado en pleno césped. Ahí la esperaba Martín Insaurralde con un ambo negro de Liguria y juntos se pusieron frente al altar.
Jésica eligió un vestido blanco que fue diseñado exclusivamente por Sylvie Burstin, a quien la novia hizo pasar al frente de todos los periodistas para que reciba el reconocimiento. A las 20.20 la pareja se subió a uno de los carritos que los transportó hasta la entrada del campo de polo para tomar contacto con la prensa. Muy relajados, de muy buen humor, los flamantes esposos se dieron el primer beso como marido y mujer y dejaron una frase como expresión de deseo: "Ojalá que este amor dure para siempre", dijo Martín Insaurralde.
Jésica fue sin dudas la más emocionada y se notaba en su rostro. A la hora de dar detalles de lo que fue la ceremonia religiosa, Cirio contó uno de los momentos más fuertes. "Lloré cuando lo vi llegar al papá de Martín. El está muy enfermo pero no se quiso perder este momento y nos acompañó en el altar en sillas de rueda, fue realmente muy fuerte", contó. El ingreso por la alfombra roja la novia no lo hizo de la mano de su padre quien no asistió a la ceremonia, quienes la acompañaron fueron los hijos de una tía de ella quien falleció hace dos meses y vivía en Colombia.
" Entré con los hijos de mi tía, mis primos, ella falleció hace unos meses. Son de Colombia y pensaban no venir por lo que pasó, pero yo viajé para el velatorio de mi tía y ahí los convencí", contó. A la hora de hablar de luna de miel, la pareja por ahora prefiere no hacer planes ya que por sus diferentes obligaciones no habrá viaje a la vista. "Esperamos ahora finalizar el año y ojalá podamos hacer una escapada en algún momento. Por ahora pensamos en trabajar y después habrá tiempo para viajar", contó el novio.
El menú que eligieron fue muy tradicional: asado con ensaladas para todos. Esto llamó la atención porque Jésica siempre se declaró vegetariana, aunque el amor todo lo puede y según contó eso es algo que de a poco queda en el olvido. "Yo la conocí como vegetariana, pero de a poco se fue animando y ahora come siempre carne, comimos asado, pescado, pollo", dijo Insaurralde mientras ella asentía con la cabeza. La pareja recorrió cada uno de los micrófonos, se sacaron fotos hasta el cansancio y luego se despidieron de todos para volver a la carpa de 200 metros cuadrados. Una fiesta que duró hasta la madrugada, que contó con más de 200 invitados y que cada uno de ellos aportó dinero en una cuenta que luego fue donado a un comedor de chicos. El día más importante para Cirio e Insaurralde ya pasó, son marido y mujer.