Hace tiempo que no se la ve en la pantalla chica. María Susini (40) está en la flor de la edad y dedicada a lo que más quiere: la hermosa familia que supo conformar. Protagonista de una belleza elastizada y de rasgos que transmiten paz, la esposa de Facundo Arana cuida de Indiana, Yaco y Moro, y de su dulce amor con uno de los eternos galanes de las telenovelas. Invitada celebrity a la gala anual de Fundaleu (fundación que le da pelea a la leucemia), la mannequen se distanció de la gala para dedicarse a la charla, con la misma paz que transmitirá como concepto de vida.
"Es importante no faltar a la cita de la gala anual de Fundaleu, por eso todos los años estamos aquí, dando el presente en el Hotel Alvear, con Facu. Si hay que correr un viaje, como fue nuestro caso con Facundo, la corrimos para que no se interponga con la fecha de este encuentro solidario. La solidaridad no la tomo como que hay un lugar puntual para desarrollarla. Eso es en el día a día. Y se lo trato de inculcar a mis hijos de la mejor manera. Desde lo básico que es el respeto hasta todo el resto. Empezás por respetar al prójimo. No sólo a los seres humanos, si no a los animales, las platas. Y eso te ayuda a ser solidario. Si respetás al de al lado, querés que le vaya bien y te preocupás por él, la solidaridad va de la mano natural. Estar atenta a las necesidades de quien está a mi lado, eso es lo que me hace feliz. En la calle soy despistada pero sí voy atenta a si hay una señora que necesita algo o a lo que vaya pasando. Es un entrenamiento que tiene que brotar. Hay mucha gente que, en la calle, simplemente necesita una sonrisa o una mirada. Pasé y tal vez no te vuelva a ver pero en ese segundo me interesé por vos. Cuando hago tele, lo que me gusta es transmitir alegría. A veces, la gente, simplemente, se siente sola, que le falta algo".
l Y que no es poco, ¿no?-Tengo amigas que van a cocinar a algún lugar o hacen un tipo de actividad para seguir un camino de solidaridad. Pero yo lo vivo como una experiencia día a día, minuto a minuto. No sólo con la gente que pueda necesitar una ayuda económica, un remedio o algo. Interesarse por el otro puede implicar algo muy importante para la persona. Capaz, lo marca y le cambia, por ejemplo, el día, un ratito. Con eso, yo ya estoy más que feliz. Con algo tan simple y, a su vez, concreto.
l Algo que parece incompatible con la frivolidad que a veces impone la exposición.
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