Lejos de las versiones mediáticas que apuntaron a que Susana Giménez había tratado de loca a Marina Calabró por el consumo de anfetaminas que la propia diva desmintió, el presente estético de la panelista de Infama estaría preocupando a sus allegados.
Consumidora
de una rutina sana, la periodista Marina Calabró no está pasando por su mejor momento y eso
tendría directa repercusión con su aspecto. Afectado por el delicado estado de
salud de su padre, el capocómico Juan Carlos que está atravesando un
tratamiento de diálisis para enfrentar una insuficiencia renal, el supuesto
implicación en lavado de dinero por parte de Fabián Rossi, su cuñado, hizo que
tenga que toparse con una gran exposición pública y su sensibilidad se vio potenciada.
Con el
alta médica del comediante que dos semanas atrás fue intervenido
quirúrgicamente para colocarle un dispositivo intradérmico que favorezca el
proceso médico, Marina recupera la tranquilidad de que el hombre que le dio la
vida pueda continuar la recuperación puertas adentro de su hogar. Sin embargo,
por todo lo pasado, cada vez perdería más peso, lo que habría llevado a que hoy
tenga cuarenta y ocho kilos y haría que su entorno esté a la expectativa de su
no siga decayendo.