Gustavo Martínez fue pareja de Ricardo Fort, pero con los años se convirtió en su hombre de confianza y el padrino de sus hijos. Por eso no es de extrañar que el ex novio del millonario lo haya acompañado hasta su muerte, ocurrida el lunes pasado en el Sanatorio de La Trinidad de Palermo.
"La explicación que nos dieron es que tuvo un sangrado repentino y muy importante que debilitó el corazón. Como consecuencia tuvo un paro cardiorespiratorio, le practicaron una reanimación que duró 45 minutos, pero no pudo sobrevivir a eso", reveló Martínez, ex pareja de Fort y actual encargado de sus hijos, Felipe y Marta.
Martínez aseguró que no habrá juicio de mala praxis, a pesar de las conjeturas de la madre de Fort, Marta, y de su hermano Eduardo, quien ya pidió un informe al centro médico desde el ingreso del mediático hasta su deceso.
"El día en que él estaba bien y sonriente, le cambian la medicación y le genera confunsión. No estaba en plena conciencia. Estaba comprometiendo la prótesis. Se acostaba cinco minutos, dormía y se quería levantar. Decía: 'La espalda, no la aguanto más', y lo teníamos que sentar", relató Martínez en "Infama".
"Eso fueron 6 horas. Cuando le contamos a su médica personal lo que estaba pasando lo llevan a terapia. Era para intermedia, pero no había lugar y lo llevaron a intensiva", explicó el personal trainer. "Lo cedaron. Lo único que decía era 'tengo ganas de orinar'. Esas fueron sus últimas palabras. Él fallece 3.55, cuando llego ya había fallecido", recordó con lágrimas en los ojos.
"Voy a la clínica y cuando llego está el custodio y me dice 'falleció'. Entro a la sala y lo veo muerto. Me deseperé, estallé en llanto, le agarré la mano, me quedé cinco horas al lado de él", relató el hombre.
"No entendía por qué tanto dolor, tanto sufrimiento con la rodilla, espalda, cinco cirugías de espalda, siete de rodilla, y que lo único que lo calmó de todo eso fue la muerte. ¿Nada más que la muerte le pudo evitar el dolor? A mí me pareció que era injusto. Es mucho", expresó Martínez.
"Perdí a mis viejos, a mi hermano, pero esto me superó porque yo tenía por Ricardo un amor impresionante, para toda la vida. No voy a aceptar su muerte. No hubo mala praxis. No puedo decir nada malo de Silvina Serra. Es injusto tener que pagar tanto precio por una rodilla que te la pueden operar", convino Martínez.
"Entro a la casa, veo el cuarto y quiero llorar y no puedo llorar porque están los nenes por todos lados y me encierro en el baño a llorar... Voy a dedicar mi vida para ellos dos. Me van a ver fuerte", señaló el hombre, quien ahora estará a cargo de los mellizos de Fort.