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Rocío Oliva volvió a tirarle con todo a Verónica Ojeda. “A la cara de galleta yo no me la tengo que bancar, en todo caso Diego”, disparó. Y cuando le preguntaron si temía que el Diez volviera con la madre de Dieguito Fernando, fue lapidaria: “No me llega ni a los talones esa gorda vaca”.
A hora sí la guerra está blanqueada. Ahora sí cada una de las mujeres de Diego Armando Maradona decidió jugar su propio juego y mientras el Diez no se meta en el medio para apaciguar los ánimos, la guerra verbal irá subiendo y no se sabe hasta cuándo y con qué consecuencias.
Verónica Ojeda y Rocío Oliva nunca se soportaron, pero siempre trataron de tirarse indirectas para no generar más caos del que siempre hubo en torno a Diego. Sin embargo, después de la noche del 31 de diciembre todo cambió. Hubo gritos en la vereda de la casa de Don Diego y se abrió el fuego. Rocío salió el martes a decir su verdad y contó detalles de lo que fue la visita de Ojeda. "Ella vino a buscar problemas, Diego no la invitó", contó entre otras cosas. Ojeda decidió no quedarse callada y le tiró con todo: "Rocío tiene miedo de que vuelva con Diego. Se va a tener que bancar mi carita toda la vida", contó la ex pareja del astro y madre de Dieguito Fernando. Obviamente Oliva devolvió la "gentileza" y le mandó mensajes de texto a Marina Calabró, quien los contó en Infama. "¿Miedo de perderlo? Por favor, un hombre que te deja embarazada y no vuelve más es porque no te quiere. Ella se tuvo que bancar que estuvo en Argentina y fue un solo día a Ezeiza dos horas. Esa (por Ojeda) se tiene que conformar con horas, conmigo vive", fue lo primero que tiró Rocío.
Pero como en toda guerra no hay límites, enseguida se metió con lo que más le duele a Ojeda: su físico. Se sabe que la ex de Diego pasó varias veces por el quirófano preocupada por su figura luego del embarazo. Por eso cuando Marina le consultó si era cierto que tenía miedo de que Ojeda lo reconquiste, Rocío la liquidó: "No me llega ni a los talones esa gorda vaca". Y no se quedó ahí, porque a la hora de responder si iba a tener que bancarse la cara de Ojeda por el hijo que tuvo con Diego tiró: "A la cara de galleta yo no me la tengo que bancar, en todo caso Diego".
De un lado y del otro cada una tiró munición pesada. Diego por ahora no abrió la boca y mientras no lo haga todo seguirá subiendo. Habrá que esperar al próximo viaje del Diez para ver cómo sigue todo.
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