El estudio 1 de la TV Pública impacta. Sus dimensiones parecen de los grandes shows de la RAI. Las butacas que están de frente a lo que será el set de grabación tienen entre sus recuerdos a los programas más importantes de la historia de lo que fue "otra" televisión. Sofovich, Mirtha, Susana y los artistas más importantes pasaron por el mismo lugar donde hoy apenas si hay un puñado de técnicos acompañando y siguiendo con mucha atención la charla de dos personas. Matías Martin de un lado y el, o los, entrevistados del otro. Línea de Tiempo es el programa que marcó el regreso del conductor a la televisión luego de cuatro años de ausencia. Es que si bien tuvo algunas participaciones en programas deportivos de cable, su imagen en la televisión abierta desapareció luego de Vértigo, su última experiencia junto a Maju Lozano en Telefé. Pero además este regreso es su primera experiencia en la Televisión Pública, una incorporación que generó debate pero que con el transcurso de los programas terminó resultando beneficiosa para él. "Se dieron cuenta que no es un desfile de funcionarios, hacemos un programa de televisión", asegura.
¿Se siente la historia y la mística que tiene el Estudio 1?
-Sí, claro. Hay una mística total, es gigantesco. Vos fijate que si te ponés a analizar el programa, nosotros lo podríamos hacer en un camarín si quisiéramos, pero tengo esta chance de estar en este estudio por donde pasó la televisión. Recién Ale Sergi (NdeR: fue el entrevistado el día de la grabación de la nota) me comentó que vino varias veces acá, vino a ver a (Rubén) Rada y varias bandas que tocaron. Es realmente un honor poder hacer el programa en la TV Pública y en este estudio.
¿Cómo te sentís con el programa? ¿Hay un balance positivo?
-Estoy muy contento con tener la posibilidad de ir encontrándole la vuelta al programa a medida que está en el aire. Me hace muy bien estar en un canal que no mira para el costado, que no se rige por histerias o repercusiones mediáticas, sino que le interesa buscar un buen producto que le sirva al canal. No es fácil poder ir buscando el camino del producto mientras está al aire y acá lo podemos hacer sin dramas. Eso me da la posibilidad de ir probando al aire, por ejemplo empezamos con un juego que de a poco fue desapareciendo y otras cosas que las fuimos modificando y apuntalando según lo que sentíamos del programa. Pero estoy feliz porque en ningún otro canal podría haber un programa como este. Tenemos enfrente a Tinelli tirando fuegos artificiales, otros matándose en vivo y acá tenés dos tipos charlando. Eso es bárbaro. Encima sin histerias, porque en la tele de hoy si tenés a los dos tipos charlando, pero no mide el minuto entonces lo levantan. Se trabaja con una histeria que acá no tenemos.
Matías Martin está al frente de Basta de todo en FM Metro. En el programa desde hace un tiempo hay una sección llamada: "Sin auriculares". En ella el conductor charla mano a mano con diferentes invitados y ya se transformó en un clásico de la radio. Muchos pensaron que la idea de Endemol (productora del Línea de tiempo) era trasladar ese segmento a la TV pero el propio Matías se encarga de separarlos. "Nada que ver lo que hacemos acá con la radio", asegura. Sin embargo la convivencia con el invitado está, el mano a mano existe y es ahí donde el conductor se mueve como pez en el agua.
Es cierto, además hay algo que alguna vez habrá que incorporar y es el rating de la TV Pública en el Interior.
-Totalmente. Todos los amigos que pasaron por acá me dicen: "fuiste al interior". "No, la verdad que aún no fui", les digo. "Entonces preparate porque es ahí donde se ve el verdadero rebote de la TV Pública", me cuenta. Pero la verdad es que no me lo planteo, lo que en realidad siempre trato de buscar y que aún no encuentro es qué significa estar en la TV Pública.
Encima elegiste un momento muy caliente del país para probar el significado. ¿Pensaste en que te iban a pegar al gobierno?
-En todo momento lo pensé. Hace 20 años más o menos que empecé a trabajar y pasé por todos los canales menos la TV Pública. Varias veces había estado cerca y no se dio y yo tenía esa espina de trabajar acá porque siempre pensé qué es lo que tiene que hacer. Qué tiene que dar la TV Pública, cuál es el límite entre lo cultural y popular, no sé, pero tenía ganas de tener esta experiencia.
Pero no pudiste evitar que algunos te vinculen. Pergolini en su momento dijo que habías logrado el trabajo que querías...
-Pero lo que se tienen que dar cuenta es que mi decisión no fue estratégica. Si fuese así no lo hubiese hecho en el último año de mandato. Pero cuando comuniqué que iba a estar en la TV Pública es cierto que se me vino una andanada de puteadas. Pero lo mejor que te puede decir es que desde que comenzó el programa se terminó eso. Porque se dieron cuenta que es un programa de entrevistas, que no es una bajada de línea. Te puede gustar o no, pero nada tiene que ver con un tema político.
¿Alguna vez se terminará eso de estigmatizar a quienes trabajan en el canal estatal?
-La realidad es que acá 678 y el noticiero son los programas con impronta kirchnerista. Después hay una grilla que nada tiene que ver con eso: Cocineros Argentinos, el Bahiano, nosotros. Me parece que para el canal está bueno, tener un producto que no se meta en temas político. Yo quiero hacer un buen programa de entrevistas, no me interesa bajar una línea o defender una línea política.
"Sabía que el rating en esta pantalla es poco"
Si bien Matías es un "bicho" de televisión, la realidad marca que desde que se instaló como el conductor de Basta de Todo el reconocimiento por su trabajo es incesante. El segmento "sin auriculares" le da la posibilidad de hacer lo que más le gusta: entrevistar. Pero el clima que se genera en un estudio de radio es complicado poder trasladarlo a la televisión. Mano a mano como el que tuvo con el ex boxeador y campeón mundial, Sergio Víctor Palma, pusieron la vara demasiado alta para el conductor. Sin embargo la capacidad y presencia de Matías, hicieron que cualquiera que se ponga delante del televisor y cierre sus ojos, pueda disfrutar de la charla en la TV Pública como si se tratase de un programa de radio.
Con la magia de la radio la charla se vuelve intimista. ¿Cómo te sentís en la televisión?
-Muy cómodo. Es lógico que con algunos personajes te sentís más cómodo que con otros, pero la verdad es que hasta ahora siempre me sentí cómodo y eso se nota al aire. Yo soy de los que dicen que al mejor entrevistado si vos no estás bien, lúcido y cómodo lo podés desaprovechar y al revés lo mismo. Muchas veces puede llegar un entrevistado al que le cuesta soltarse y si vos estás preparado, tenés información y estás lúcido para repreguntar podés hacer una muy buena nota. Obviamente que uno prefiere tener a Darín y Maradona todos los programas, porque ellos convocan, tienen chapa, dicen cosas. Pero no se puede, no te vienen todos los días ellos, así que hay que buscar datos, producir, preparar... Por eso me armé un dream team de la gráfica que están laburando por primera vez en tele y son tremendos. Tengo conmigo a Pablo Plotkin, que es editor de Rolling Stones y a Emilse Pizarro, editora de La Nación, que son dos bestias que se la pasan buscando datos, viendo videos para que yo después pueda tener armas como para trabajar tranquilo.
Hay un gran laburo atrás y se nota. Desde la calidad de los invitados a la producción periodística. Sin embargo el rating a veces castiga ¿Cómo te llevás con eso?
-Cuando vas a la TV Pública ya sabés que no hay rating, o mejor dicho, hay poco. La verdad es que no lo miro, no le doy bola, no estoy con la planilla en la mano. Total cuando hay una buena noticia te la cuentan. En lo que va de programa tuvimos picos de 4 o 5 puntos, fuimos haciendo buenos números para lo que es el canal.
¿Pensaste a la hora de agarrar en el tema del rating?
-Y sí, obvio que lo pensé. Sobre todo porque lo que uno imaginaba es: nos vamos a romper el culo, vamos a laburar a morir para después ver 1,5 o 2 puntos de rating. Pero no fue duro eso porque lo sabíamos de entrada y además superamos esa expectativa. Hicimos varios programas del doble de esos números...
¿Vos elegiste el programa?
-Sí. Me parece que mis últimas elecciones tienen que ver con eso de hacer lo que uno siente. Hace cuatro años que no hacía televisión y volver a la TV Pública tuvo que ver con eso de hacer algo a mi medida donde disfrute y sea feliz.
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