Pieza clave en la trama de una organización que simula las muertes de sus clientes para permitirles iniciar una nueva vida, la mujer de Mollo graba una serie para toda Latinoamérica con artistas de varios países.
Fraguar una muerte para “desaparecer” de este mundo y renacer con nueva vida y otras circunstancias, es la idea motor de Lynch, la serie de la señal de cable Moviecity que se emite en toda Latinoamérica y que desde principios de este mes y hasta fines de noviembre se graba en distintas locaciones de Argentina.
Con el protagónico del actor cubano Jorge Perugorría (Fres y Chocolate) y nuestra Natalia Oreiro, Lynch cuenta la historia de esta particular organización dedicada a fingir la muerte de sus clientes en la intención de ayudarlos a cambiar de vida. Además de Oreiro y Perugorría, la serie convoca un verdadero seleccionado de estrellas latinas como Alejandro Calva y Christian Meier, además de incorporar en la segunda temporada (que se verá en 2013) un nutrido elenco de actores locales como Raúl Taibo, Pablo Rago, Julieta Cardinali, Gerardo Baamonde y Gastón Pauls.
“Vamos a estar rodando hasta diciembre. El resultado de la temporada 1 ha sido excelente, los espectadores quisieron que continuemos con esta aventura. Antes de hacerla teníamos la expectativa de ver cómo el público de habla hispana tomaba una serie hecha en nuestro idioma, pero con tantos acentos diferentes. Es TV Premium, se trabaja como si fuera una película por cada capítulo. Ahora los personajes están consolidados y en esta temporada les vamos a dar más oscuridad a los nuevos capítulos, los casos son más densos, hay más muerte, más dolor, más sangre, sobre todo para Lynch (Perugorría)”, dice Natalia Oreiro.
Respecto de la presencia de más actores argentinos en la segunda temporada, Natalia lo ve casi como una consecuencia natural: “Hay más argentinos en la serie porque después de cometer tantos ilícitos a la organización la busca toda la policía, tenemos que escaparnos del país donde empezamos buscando nuevo país, y el hecho de que Argentina haya sido uno de los países con mayor aceptación de la serie hace que la elección de este país no sea casual. En mi personaje, en esta temporada, regreso escapándome de dos mafiosos, y cuando venimos para acá el personaje de Cristian se convierte en parte fundamental de la organización”.
Oreiro cuenta que se dejó seducir por los guiones de una historia muy particular, que no pensaba aceptar hasta meterse en la trama de estas historias oscuras, pero con cierto tinte romántico: “Si bien lo hacen por dinero, los casos Lynch los elige porque entiende que puede ayudar a que la gente tenga una mejor vida. Morirse no es tan malo siempre que puedas volver a elegir tu vida y vivirla con quien quieras. Cuando me propusieron el proyecto estaba un poco complicada por los tiempos, pero antes de decir que no pedí que me enviaran los guiones... ¡Me pareció super novedoso el tratamiento de la muerte en la cultura latinoamericana!, una cultura que se aferra tanto a sus seres queridos, a los que les cuesta soltar. Y estos personajes lo transitan de un modo particular, dándole la posibilidad a los muertos de comenzar una nueva. Vida. Y que mi personaje sea una villana me resultaba sumamente tentador, fue un personaje complejo que metía a los demás en esta situación, pero al mismo tiempo era el amor de la vida de Lynch, un personaje que abandonó a su hijo, que era al mismo tiempo odiosa, pero querible, y esa mezcla de contradicciones me resultaba muy tentadora. Fue bien distinto a todo lo que hice”, señala Oreiro.
Y agrega entusiasmada: “Todos en algún momento de nuestra vida quisimos cambiar de vida. Lynch es una serie diferente, revolucionaria para nuestra historia en Latinoamérica. En Estados Unidos, que tienen más tradición con las series, se permiten jugar más con las historias. Aquí Moviecity eligió una historia muy latinoamericana, pero a la vez muy bisagra, de mucha ruptura, donde se trata el tema de la muerte, de los valores y de nuestra propia idiosincrasia en nuestro continente. La gente ve una historia que no está subtitulada, que nos refleja”.
Por último, puesta a comentar sus proyectos para 2013 -que incluye su nueva situación de madre, una novela y una película por venir, y acompañar a Infancia Clandestina en su camino al Oscar y al Goya-, Oreiro dice que aprendió a “desmembrarse”: “Estoy contenta con Infancia Clandestina, que continúa en los cines y trataremos de acompañarla a la mayoría de los lugares que pueda siempre y cuando me coincidan los tiempos.
En cuanto a los proyectos del año que viene, cuando terminemos de grabar estos 8 capítulos de Lynch, el 3 de diciembre empezaremos a rodar la tira Solamente Vos, con Adrián Suar, cosa que me permitirá volver a la TV después de siete años. Para 2013 voy a estrenar Wakolda, de Lucía Puenzo, con Diego Peretti y Elena Roger. Un thriller psicológico que filmé en el mes de agosto en Bariloche. En medio de todo esto estoy tratando de arreglarme para acompañar mis proyectos y ser una mamá presente: Hago lo que puedo”, concluye.
Un rodaje con color local
El rodaje se realiza bajo la coordinación general del showrunner argentino Fernando Altschul. Como sucede con los episodios filmados en Bogotá, no habrá referencia directa a la ciudad, pero quedará claramente identificada a través de locaciones que ya son íconos de Buenos Aires.
Como viene sucediendo hasta ahora, cada episodio de Lynch que se filma en Buenos Aires cuenta con la dirección de reconocidos directores latinoamericanos como el argentino Diego Suárez (Los Roldán, La Lola, El Tiempo no Para, Tiempo Final) y los colombianos Riccardo Gabrielli (Mentes en Shock, Kdabra, Tiempo Final) y Diego Mejía (Amores Cruzados, Club 10). Oreiro brinda mayores precisiones: “Todos los decorados son en locaciones reales: tenemos dos funerarias aquí, en una casa antigua similar a la que teníamos en Bogotá, y cada capítulo transcurre en una locación determinada, son sólo exteriores”, cuenta.
Todas las voces de un elenco de lujo bien latinoamericano
Raúl Taibo es, sin dudas, una de las grandes incorporaciones de Lynch en la presente temporada. En rueda de prensa, el actor contó pormenores de esta convocatoria: “Mi personaje entra en la segunda temporada, tiene una historia pasada con el personaje que hace Natalia, hemos sido pareja, la diferencia de edad la ha introducido en un universo mafioso, trabajamos juntos hasta que tuvimos un problema y en el medio de esta relación ella lo da por muerto y se va con un millón de dólares que ambos se habían procurado de un mafioso bastante peligroso y se vuelve a ver a Lynch. Pero Salvador Mariani, mi personaje, vive y vuelve por lo suyo, porque se supone que fue él quien le dio la idea a ella de fraguar las muertes, y la viene a buscar. Vivo esta oportunidad con mucho agradecimiento, para mí entrar a trabajar en este grupo no sólo es evolucionar sino disfrutar. Estos actores me permitieron enriquecerme, aprender, estar otra vez en un lugar no instalado sino en movimiento, en cambio constante y encontrando nuevas posibilidades. Es muy interesante estar con gente de muchas culturas diferentes trabajando en algo común, te pone contento, es más flexible todo, te amplía el panorama. Este año para mí es de transición, de movimiento. Hice dos personajes atípicos: el de La Dueña es atípico y éste también. Estoy equilibrando una balanza, me interesa mucho el color de todo este producto en cuanto a lo que nosotros estamos acostumbrados, con un tratamiento visual extraordinario y una realización notable”.
Alejandro Calva: “Mi personaje Javier tiene una especie de inocencia, pero se pone un poco más oscuro en esta temporada, sufre de varias decepciones amorosas y evoluciona con más densidad”.
Jorge Perugorría: “Hacía muchos años que no pasaba por la Argentina. He conocido Bariloche, Salta, Paraná, pero nunca había trabajado en Buenos Aires, y es mi oportunidad ahora de recorrerla. Siempre seguí viviendo en Cuba, he empezado a hacer cosas detrás de la cámara. Todos los personajes empiezan a tener una transformación durante esta serie, se ponen todos más oscuros, más sórdidos. Estamos muy contentos porque esta serie nos ha permitido gozar el privilegio de trabajar con un elenco internacional excepcional al que se incorporan actores argentinos talentosísimos en esta temporada”. Cristian Meyer: “En la primera temporada fui cliente de la agencia, me dan por muerto, y en esta nueva temporada me incorporo al equipo, ellos necesitan un notario y me van arrastrando a su organización. Vamos a estar aquí dos meses trabajando y eso es un privilegio enorme. Aquí trabajamos como si estuviéramos haciendo una película en cada capítulo, plano por plano”.
Natalia Oreiro: “Siempre que uno elige bien sus trabajos puede tener una impresión de que lo está haciendo bien y el devenir de los acontecimientos te hace reafirmar esa elección. Siempre elijo cosas que creo que me van a enriquecer, y he afinado la puntería, porque tuve ofertas de proyectos muy diversos, y además mi vida personal se ha modificado de tal manera que me obliga a estar convencida de que si elijo algo debe ser un proyecto muy importante. Para mí, Lynch lo ha sido”.
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