Sin dudas Nicolas Cage es un actor de riesgo y deseoso, dispuesto a hacer cualquier cosa en la pantalla. SU última película así le confirma, ya que el actor le pondrá su voz a Grug, el hombre prehistórico de las cavernas, en la película "The Croods", una producción de dibujos animados.
¿Hay en usted algo de cavernícola, es decir quedarse en su casa para proteger a los suyos, o es un aventurero que decide tomar riesgos y salir al mundo?
-En realidad es difícil pelear con la idea de decir el miedo es bueno y nunca voy a tener miedo. Esa no es la forma en la que vivo mi vida, y francamente, no es la forma que enfrento mi trabajo. Siempre he estado interesado en intentar cosas nuevas, yendo a lugares nuevos y conociendo gente diferente, pero siendo padre, uno debe cambiar cosas de su vida por el amor que uno tiene por sus hijos. Eso es justamente lo que representa mi personaje Grug, el cavernícola, que es extremadamente sobreprotector.
¿Entonces usted no tiene un lugar seguro?
-Si, claro, mi casa. Un hogar, si es un buen hogar, debiera ser un lugar seguro, donde los chicos se sientan tranquilos y protegidos. Pero después en la vida cotidiana soy también alguien que le gusta conocer gente e ir a lugares exóticos en busca de aventuras.
¿Qué pensó cuando se vio la primera vez como un dibujo animado? ¿En algún momento de su extensa carrera pensó que podía encarnar un personaje de ese tipo?
-Bueno, pensandolo bien tengo una anécdota interesante. Hace muchos años Jeffrey Katzenberg (NdeR: ex presidente del estudio Walt Disney 1985-94) me ofreció la oportunidad de interpretar a Shrek. Fui al estudio, mire a Shrek y le dije directamente que no quería ser ese tipo (risas). No quería verme como ese ogro. Pero después me arrepentí de esa decisión (risas). Lo bueno de todo fue que Katzenberg siguió en contacto conmigo durante muchos años, un día vino a verme en New Orleans, me mostró una foto de Grug y me dijo que quería que yo interpretara a ese tipo porque, según el, yo me parecía a Mr. Grug. Le contesté que para mí no me parecía en nada, pero no iba a cometer el mismo error dos veces y cuando me mostró partes de lo que pensaba para el film, me impresionó tanto la belleza de las escenas que me cautivó de inmediato y acepté la oferta.
Encontró algún parecido entre usted y Grug?
-En realidad pienso que ellos (los productores) deben haber examinado mucho mis trabajos anteriores. Esto lo digo porque encontré que varios de los movimientos de Grug me hicieron recordar, aunque usted no lo crea, de "Leaving Las Vegas" (1995). En esa película está la escena en donde yo estaba por tocar la espalda de Elisabeth Shue, pero la mano se queda en el aire sin tocarla y lo mismo pasa en esta película, con el tigre con los enormes colmillos al que yo no sabía si acariciarlo o no. Me di cuenta que ellos habían visto todas mis películas y que habían investigado a fondo mis actuaciones.
Desde el comienzo de la charla usted mostró un carácter especial en su forma de ser padre ¿Cuál fue el mayor de los desafíos al llegar a ser padre?
-Refiriéndome a la película, me gustó la transformación de Grug. El pasa de ser un padre sobreprotector a alguien que aprende a dejar ir a su hija y eso le permite estar mas cerca de ella. Y sin hacer un paralelismo con mi vida, ya que me gusta mantenerla privada, fui un padre muy joven y ahora tengo mas experiencia, mas confianza en este rol. Ahora estoy poniendo toda esa experiencia con mi hijo mas joven.
Usted también es conocido por su colección de automóviles. ¿Cuántos vehículos tiene?
-No, no, no, eso fue en otra vida, en otro tiempo. Fui un fanático de los automóviles. Ya no lo soy más. Ahora vivo una vida simple y estoy mucho mas liviano (risas).
¿No tiene más automóviles?
-Bueno, tengo uno. Manejo un Dodge Ram 3500 Laramie. Es un gran auto para el medio ambiente. Tiene un motor diesel que es mejor para el cuidado del medio ambiente, y eso es lo que estoy manejando.
Hace algunos años usted dijo que le gustaría vivir una vida apacible y trabajar ordenadamente. Sin embargo lo veo trabajando muy duro, filmando una película tras la otra. ¿Por qué lo hace?
-Lo primero que quiero aclarar es que en tres décadas y media de carrera, hice algo más de 70 películas. De ese total solamente hice dos o tres que no fueron de mi elección. Si, es cierto, todos en Hollywood saben que he estado trabajando muy duro, pero cada uno de los filmes que realicé fueron por razones especificas en términos con la idea de reinventarme a mi mismo. Ser ecléctico, permanecer en este negocio el tiempo suficiente y no perder el interés, y por lo tanto cambiar. Lo que pasa es que a veces uno decide por ciertas opciones y algunas veces esas opciones son mal entendidas. Por ejemplo los críticos no entendieron porqué hice tres películas de terror y una detrás de la otra. Pero la verdad que esa experiencia fue interesante. Quise probar y me siento feliz con los resultados de mis actuaciones.
Durante su carrera usted interpreto papeles que eran frustrados o sus almas estaban atormentadas. ¿Eso es coincidencia o usted realmente busca ese tipo de papeles?
-Los busco porque los entiendo. Pienso que son complejos y eso me atrae, no los quiero perfectos. Me gustan papeles defectuosos, los que de alguna forma se sobreponen de sus defectos, ya que todos tenemos sentimientos de inseguridad, y sentimos que no somos perfectos.