Flavio Mendoza y Romina Propato fueron amigos por más de 20 años. Juntos armaron lo que fue uno de los éxitos más grandes del teatro argentino en los últimos años. Stravaganza la pensaron entre los dos y la llevaron a Carlos Paz para romper todos los récords. Sin embargo, ese éxito repercutió en la relación que tenían entre ellos y lo que era amistad terminó en una pelea de la que hoy parece no haber retorno.
"No me imaginaba un final así. Cuando uno está tantos años junto a otra persona y construye una amistad así, no se imagina un final tan feo. Yo creo haber respetado mucho a Flavio en estos 20 años que trabajamos juntos. Lo admiraba, lo respetaba y jamás hubiera imaginado este final", dijo Romina en un móvil con Intrusos.
Los dos se dijeron de todo y Flavio le apuntó directamente a un interés económico por parte de Romina. Ella tuvo una teoría similar, ya que dejó en claro que cuando Stravaganza fue un éxito, comenzaron los problemas. "Uno puede pensar que las cosas se mueven y pasan cosas muy importantes. Stravaganza por ejemplo fue muy importante, movió cosas y cuando esas cosas se mueven producen otras y a mi me sorprendieron. Enseguida las cosas empezaron a deteriorarse, se mezcló dinero, intereses, poder, celos, envidia. Se juntaron todas esas cosas y estallaron", dijo.
La mujer de Mariano Iúdica contó cómo fue el comienzo de la obra y dejó en claro que la idea fue compartida y todo se trató de un trabajo en conjunto: "Stravaganza nació un día en el que se estaba construyendo el teatro Luxor. A Flavio lo llamaron para ir a ver el teatro y él me dijo: 'Vamos que quiero armar algo'. Ahí empezamos a pensarlo, porque el quería hacer algo con agua que había visto afuera. Él empezó a aportar su idea de lo que había visto y yo lo mío. Hicimos un laburo en conjunto, nos complementamos bárbaro y siempre tuve en claro el rol de cada uno".
En ese sentido, Propato destacó que no tiene ninguna cuenta pendiente con Flavio como así tampoco él con ella. "Yo no le debo la vida a Flavio y él tampoco me la debe a mi. Yo estoy agradecida de todo lo que pasó pero tengo memoria de todo lo que hice"
A la hora de analizar los motivos de la pelea, del enojo, para Romina queda claro que el único motivo de enojo era su marido. Sí, ella piensa que Flavio nunca pudo tolerar la relación de ella con Iúdica y los celos lo terminaron traicionando. "Si él me quisiera podría evitarse hablar de mi marido para no herirme, pero evidentemente no lo puede controlar. A Flavio lo perturbaba mucho Mariano. Yo no quiero hablar mucho de nuestras charlas, pero evidentemente a él le molestaba mi marido, lo rechazaba, eso fue raro. A veces uno puede querer al otro pero lo quiere mal. A Flavio en algún punto le pasó algo con Mariano que tal vez tiene que ver con una inseguridad de la amistad que tenía conmigo. Como diciendo: 'Ella no va a dar el ciento por ciento en Stravaganza. No va a estar conmigo'".
Ya más relajada, en el final del móvil despejó las dudas acerca de su posible embarazo, aunque dejó las puertas abiertas para el futuro: "No estoy embarazada pero sí tenemos en la cabeza tener otro hijo. Pero no estoy embarazada. Sé que me tengo que apurar porque tengo 40 años, por eso lo vamos a buscar pero por ahora no llegó", dijo.