Pancho agrega: "Nunca tuve miedo a dejar Los Chalchaleros. Siempre estuve seguro de qué quería y hacia dónde seguir con mi carrera porque nací cantante y así voy a morir. El púbico siempre nos pide que cantemos nuestros clásicos, por eso en este disco priorizamos aquellas canciones que fueron un éxito rotundo como ser Luna Cautiva, Cuando el Amor se Va y Que Seas Vos. Estamos seguros que lo van a disfrutar al escucharlo como nosotros lo hicimos grabándolo".
Inevitablemente, gran parte de la conversación gira en torno de Los Chalcha y Polo comenta: "Fue una etapa de la vida maravillosa. Después que se disolvió el grupo pensaba que no iba a volver a cantar nunca más. Vivo en Mar del Plata desde hace 40 años. Un día, un amigo me ofrece una sala para que contara historias. Y ya que contás algo, cantate algo también, me dijo. Nunca fui solista ni pretendí serlo. Ahí surge mi vuelta al escenario como solista, que en gran parte fue para calmar el dolor y la tristeza que tenés en la cabeza después de tantos años de haber cantado con Los Chalchaleros. Hasta que reapareció Pancho, él con lo suyo, yo con lo mío y nació este dúo, donde yo hago la segunda voz y toco un poquito el bombo y Pancho hace la primera voz y toca la guitarra".
Son artistas que se deben a la gente, expresa Figueroa y agrega: "Todo aquel que me cruzaba por la calle o en cualquier evento, me pedía que hiciéramos el esfuerzo para volver a juntarnos y regalarles nuestro arte. Aunque en cierto punto nuestro reencuentro es parte de una casualidad, tiene de base la motivación por revivir viejos grandes momentos".
Pancho, como lo conoce el mundo de la música, revela que no hubo muchas cosas planeadas para el regreso: "Porque fui a cantar a un bingo en Quilmes en el que sabía que Polo también se iba a presentar, pero él no conocía que yo iba. Primero, se presentó él con su grupo y luego vino mi momento. En el medio del espectáculo, decido invitarlo para que recordemos algunos de nuestros éxitos y compartamos con cierta nostalgia una vez más el escenario. Ni bien terminó nuestra performance, nos rodearon muchas personas del púbico para felicitarnos y pedirnos que volvamos. Allí, comenzamos a ver que un retorno era factible".
La decisión de finalizar con Los Chalchaleros fue pensada y muy madurada: "Juan Carlos (Saravia) ya estaba muy grande y no tenía ganas de seguir subiéndose a un escenario a cantar. Entonces, eso precipitó la decisión de separarnos y que cada uno siguiera por su lado", cuenta Román, tras lo cual Figueroa señala: "Realmente, no me arrepiento de nada de lo que hice porque no fue que nos levantamos una mañana y decidimos dejar de hacer lo que veníamos practicando. Pensamos mucho las cosas y pusimos un freno. Con el tiempo, estoy convencido que fue lo mejor que podíamos hacer".
Figueroa se define a sí mismo como "un chalchalero de toda la vida. Ser un chalcha es una forma de vida, de cantar, de sentir y hasta de pensar. Nosotros no sabemos cantar de otra forma que no sea como lo hicimos durante más de 40 años. Otros grupos cantan su estilo y de la forma que ellos saben, pero lo que nosotros hacemos es único e irrepetible. Puede gustarles o no, pero nadie puede hacerlo como lo hacemos nosotros. A pesar de que el grupo no exista más, yo voy a seguir siendo un chalchalero hasta el último día de mi vida. De eso, estoy seguro".
El disco hace una alusión al pasado grupal que ambos artistas tuvieron: "Lo llamamos Se va la Segunda -comenta Figueroa- porque la primera ya se fue con Los Chalchaleros. Quisimos hacer un juego de palabras relacionando nuestra historia con lo que vivimos".
La música folklórica es una de las tradiciones argentinas por excelencia. Sin embargo, la ex voz de Los Chalchaleros alude a las nuevas camadas en los siguientes términos: "Hay algunos grupos nuevos que dicen cantar folklore, pero lo deforman tanto que ya ni se sabe qué ritmo es. Muchos han introducido ritmos rápidos con intenciones de convertir el folklore en algo bailable. Los fines comerciales se han sumergido tanto en la creación del arte, que en algunos casos, lo han arruinado".
Cierra con un golpe feroz a las grandes discográficas que "con tal convertir cualquier canción en éxito, no tienen problema en disfrazarla y agregarles cosas para que sean un éxito en las radios. Pareciera que con tal de vender, poco importa el mantener las raíces y las verdaderas tradiciones de la música folklórica".
Respetando un estilo y una forma que los catapultó al centro de la escena, llevando su música por muchas partes del mundo, Polo Román recuerda: "Ser el primer grupo de música tradicional que tocó en el Teatro Colón fue un orgullo muy grande. Además, hemos hecho espectáculos en Nueva York, Santiago de Chile, Lima, y varias ciudades europeas. Tocar en esos lugares hizo que podamos transportar nuestra argentinidad a allí.
Muchos compatriotas que han tenido que emigrar por diferentes razones, venían a nuestros recitales como una forma de estar más cerca de la tierra que los vio partir". Adicionalmente, no hay provincia argentina en la cual no se hayan presentado estos eximios artistas llevando sus éxitos de guitarra y bombo y Polo concluye diciendo: "Era inevitable que en algún momento la época de Los Chalchaleros iba a terminar, porque Juan Carlos (Saravia) no estaba del todo bien de salud, le habían hecho tres by pass, y yo me había preparado para despedir al grupo".
.
comentar