Papelnonos cumple este año su 30º aniversario y la agrupación de Mar del Plata comenzará con los festejos con dos funciones de teatro musical con instrumentos de papel donde integran diversos recursos de expresión: música, canto, coreografía, danza, artesanía y teatro.
El proyecto surgió en 1989 en la Ciudad Feliz por idea del psicólogo, escritor, músico y compositor Jorge Strada.
Al año siguiente se comenzó a promover la iniciativa en otras ciudades y tiempo después se formó la Fundación.
La red se fue ampliando y, en la actualidad, está presente en casi 60 ciudades del país y pasó las fronteras. También hay Papelnonos en México, Chile, Ecuador, Costa Rica y Australia.
Papelnonos es un programa social, educativo y cultural orientado a promover y generar oportunidades de participación para un envejecimiento activo con inclusión social de las personas mayores.
Los adultos y adultas mayores arman instrumentos de papel con los cuales interpretan obras de teatro musicales en establecimientos educativos y residencias geriátricas, entre otras instituciones.
Además realizan radioteatros, editan libros, y en Mardel atienden la Biblioteca Pública de Música “Astor Piazzolla”.
Para participar no se requieren conocimientos musicales ni actorales previos.
Para comenzar con las celebraciones por el 30º aniversario, el grupo Papelnonos de Mar del Plata brindará dos funciones: el martes próximo y el 12 de febrero, ambas a las 19, en la sala del Centro Cultural “Osvaldo Soriano”, ubicado en 25 de Mayo y Catamarca. Entrada general: 50 pesos.
En declaraciones a este diario, Strada recuerda que el primer grupo de Papelnonos estaba conformado por once personas mayores de un centro de jubilados marplatense y junto a él “representaban simbólicamente las doce notas musicales”.
Les enseñaba la técnica de armado de instrumentos musicales en papel, con los que interpretaban obras musicales.
Strada ya había realizado esa actividad con docentes de escuelas municipales locales, con quienes había formado el grupo Papelones; y luego con alumnos, con quienes armó Papelitos. Fue así que el grupo de adultos mayores se llamó Papelnonos.
“De ahí en más fue una locura y aprovecho el juego de palabras: Papelnonos todo locura. Y en un doble sentido: lo cura”, afirma con orgullo.
Remarca que “de aquellos once (que comenzaron con el proyecto), se fueron multiplicando” y hay grupos en distintas ciudades del país, y también están presentes en “Chile, México, Ecuador, Costa Rica, Australia”.
“Sostener 30 años un proyecto no es fácil. No sé cuál es el secreto. Estamos asombrados y agradecidos de esta permanencia y ver cómo (la red) sigue creciendo”, destaca.
Asimismo comenta que “muchas veces los médicos, psiquiatras, psicólogos le dicen (a sus pacientes mayores) que vayan a participar a Papelnonos”.
Y agrega que una de las claves de la red es el sentido de “pertenencia porque a veces la única pertenencia que se nos está permitida es la abuelidad, lo cual no está mal pero no es la única. Ser viejo no implica solo ser abuelo. Y Papelnonos ofrece un espacio de pertenencia. Ellos dicen: ‘Yo soy un Papelnono’”.
“La vejez es una construcción social, es la vida que se va acumulando. Por eso decimos que un viejo es una persona que tiene todas las edades. Con Papelnonos lo tratamos de expresar como un juego, porque jugamos con el formato artístico”, explica.
Mediante las expresiones artísticas se promueve la participación de las personas mayores para un envejecimiento activo, desterrando imágenes negativas sobre la vejez y la palabra viejo para repensarla, resignificarla, darle valor.
En tanto, Strada señala que “el 90 por ciento” de quienes integran la Red son papelnonas. “La vejez es un fenómeno femenino y hay que ver la actitud que las mujeres tienen hacia la vida, es maravillosa”, afirma y destaca la capacidad de las adultas mayores para “reinventarse”, buscar alternativas.
“Por una cultura (machista) no se les está permitido a los varones (reinventarse) pero creo que la mujer es un espejo en el cual deberíamos mirarnos constantemente”, asegura.
Y agrega que las adultas mayores “encuentran proyectos, buscan qué hacer y, por la experiencia que tenemos, a los hombres le cuesta mucho buscar” iniciativas.
En tanto, señala que “los temas de la vejez son un desafío para los estados y hay que resolverlos, no apartándolos ni excluyéndolos sino incorporándolos”, incluyendo a las personas adultas mayores.
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