El actor Paul Walker, muerto el 30 noviembre de 2013 en un terrible accidente automovilístico, fue "resucitado" por la productora Universal Pictures que recurrrió a una variada gama de trucos digitales para finalizar el filme Rápidos y Furiosos 7 (Furious 7).
Tras la muerte del actor, de 40 años, los productores del filme se encontraron ante una disyuntiva: dejar la película sin terminar o recurrir a la tecnología digital para finalizar el trabajo; al igual que ocurrió 20 años antes en la recordada El Cuervo (The Crow) cuando el actor Brandon Lee –hijo del también fallecido astro de las artes marciales Bruce Lee- murió de un disparo en el set de filmación.
Otro caso similar ocurrió en el año 2000 cuando el británico Ridley Scott debió recurrir a efectos CGI (computer generated images, imágenes generadas por computadora) para completar las escenas que el actor Oliver Reed no pudo terminar al morir mientras filmaba Gladiador (Gladiador).
Pasaron entonces varios meses, en los que los responsables del filme reescribieron el guión, mientras los otros protagonistas se recuperaban del duro golpe que supuso la muerte de su compañero, hasta que se reanudó la filmación.
Con los avances surgidos durante estas dos décadas, los especialistas y los críticos que ya vieron la película en las funciones para la prensa aseguran que no hay manera de diferenciar aquellas escenas en las que Walker aparece aún con vida, de aquellas en las que fue suplantado.
Prestidigitadores digitales
Los principales responsables de la "resucitación" de Paul Walker son los integrantes de Weta Digital, el estudio de efectos especiales propiedad del director neozelandés Peter Jackson (responsable de los filmes de El Señor de los Anillos, El Hobbit y King Kong), que utilizaron a Cody y Caleb Walker, dos de los hermanos del actor, como dobles de cuerpo y recurrieron numerosas veces a planos traseros en los que no se ve su rostro.
Otra de las formas en las que el actor fue "suplantado" fue a través del reciclaje de escenas inéditas filmadas por Paul Walker para las anteriores entregas de Rápido y Furioso, que fueron reacondicionadas mediante la modificación del guión para que encajaran.
Según un informe divulgado por diferentes medios de los Estados Unidos, los retrasos en el rodaje causados por el fallecimiento de Walker, sumados al alto costo de los efectos de CGI, hicieron que el presupuesto del filme aumentara en US$50 millones, y se convirtiera en la más cara de las siete, con US$250 millones de inversión.
El estudio Universal por el momento no ha querido desvelar qué escenas llegó a rodar el actor aunque los fanáticos se lo plantean como un desafío que están decididos a encarar viendo la película las veces que sea necesario.
"Lo primero que se hace es utilizar un doble de cuerpo con un aspecto físico similar al del actor al que se ha de sustituir, filmándose la mayoría de las escenas con ese doble. Luego se ha de remplazar el rostro del doble con el del actor en cuestión. Se utilizan técnicas de animación para asegurarse que los movimientos de ese rostro encajan con los del doble para que tenga un aspecto natural", le explicó a la BBC Mike Chambers, presidente del consejo de la Sociedad Estadounidense de Efectos Visuales.
Además, Chambers señaló que "es muy probable" que tuvieran un modelo en 3D del rostro de Paul Walker escaneado ya que eso es "algo habitual en las películas de acción en las que a menudo se ha de proyectar el rostro de un intérprete en el de uno de sus dobles de riesgo en las escenas peligrosas".
Fuente: BBC