El mediático empresario Ricardo Fort murió ayer por la madrugada a los 45 años a causa de un paro cardíaco sufrido mientras se encontraba internado en el Sanatorio de la Trinidad, en el barrio porteño de Palermo.
El deceso fue confirmado por el jefe de prensa de Fort, Hernán Ranieri, quien aseguró que el empresario "presentía que esto iba a pasar en cualquier momento" y luego Karina Antoñale, cuñada del empresario fallecido, dio a conocer el parte médico a la vez que anticipó que la familia no hará velatorio, pese a que sus restos fueron trasladados a una sala velatoria de la porteña calle Córdoba al 3600 donde fue despedido en forma íntima por familiares, sin acceso permitido a sus numerosos amigos.
Hoy al mediodía, sus restos serán trasladados al Memorial de Pilar, donde reposarán en forma definitiva. De este modo no se cumplirá el deseo del artista, que había manifestado su deseo de ser cremado y que sus restos "sean arrojados desde el Obelisco", frase vertida en una reciente entrevista, que a la luz de lo ocurrido, resulta premonitoria.
Según el informe del Sanatorio de la Trinidad leído por la cuñada de Ricardo Fort, el deceso se produjo a las 5 en la Unidad de Cuidados Intensivos, adonde había ingresado el jueves pasado para tratarse por la fractura de fémur que sufrió mientras permanecía en la ciudad de Miami.
El parte indica que fue "asistido en forma multidisciplinaria y se mantuvo clínicamente estable, hasta que súbitamente sufrió un paro cardiorrespiratorio asociado a una hemorragia gástrica masiva".
En el comunicado de la clínica se indicó: "El paciente tenía antecedentes de múltiples cirugías de columna y rodilla. Estuvo internado en febrero de 2013 por una úlcera duodenal complicada con peritonitis que se resolvió satisfactoriamente. Este último mes, estando en el extranjero, sufrió una caída que le produjo una fractura de fémur".
"Se internó el 21 de noviembre en forma programada para la evolución y el tratamiento de dicha fractura. Durante la internación fue asistido por un equipo multidisciplinario integrado por traumatólogos, clínicos, especialistas en tratamiento del dolor e infectólogos", señaló el parte.
Finalmente el escrito precisó que el paciente "se mantuvo clínicamente estable y súbitamente, presentó en el día de la fecha un paro cardíaco asociado a una hemorragia digestiva masiva que produjo su deceso, pese a las maniobras de reanimación efectuadas". Poco después de las 11, Antoñale, esposa de Eduardo Fort, uno de los hermanos de Ricardo, indicó que los hijos del empresario, los mellizos Felipe y Marta, de nueve años, no estaban enterados de la triste noticia, por lo que pidió a los medios que "no vayan a la casa".
Fort, quien en los últimos años había ganado protagonismo en los medios de comunicación, sufría fuertes dolores y problemas de salud derivados de afecciones crónicas en su columna vertebral, además de una última fractura de fémur.
Su premonición
La familia de Ricardo Fort anunció que hará una ceremonia íntima para despedir los restos de Ricardo Fort, aunque en las últimas horas se conoció una entrevista que dio el empresario chocolatero y en la cual había pedido que en caso de morir lo cremaran y tiraran sus cenizas desde el Obelisco.
"Quiero que me cremen, no quiero que me entierren. Quiero que me suban al Obelisco y tiren mis cenizas", reveló Fort cuando se refirió al día en que se muriera.
Asimismo, Fort sostuvo que desde "chico" soñó que iba a morir joven y que lo iba a hacer después de tener "mucho éxito".
"Siempre pensé que me iba a morir joven. De chico lo soñé así. Que iba a tener mucho éxito, así muy grande y de repente me iba a morir y después iban a hacer una película de mi vida y la historia de mi vida", había señalado en una entrevista que, al conocerse su muerte, toma mayor trascendencia. "Por eso desde que empezó Secretos Verdaderos, no se dio. Yo iba a ser uno de los primeros y no se da y le digo a Luis (Ventura) y me dice: 'La semana que viene lo hacemos'. Así que tengo miedo que me lo hagan ahora y me muera después", agregó Fort en una charla que mantuvo con Sebastián Tempone en Cool Radio y en la cual el eje central fue la vida y la muerte.
El empresario mediático había señalado también que quería vender su parte de las acciones de la empresa Felfort para disfrutar de su dinero con absoluta libertad y sin tener que pelear con sus hermanos, de quienes deslizó que no tenía una buena relación.
"Como yo no sé si uno se puede morir mañana, quiero disfrutar ahora. Tengo tanto invertido y prefiero gastarlo en otra cosa", concluyó.
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