La expareja de Diego Maradona y madre de Dieguito Fernando expresó su profunda decepción con la jueza del caso, Julieta Makintach, y compartió detalles inéditos sobre los últimos días del astro. “Me llamó su masajista para que lo sacara de ahí”, recordó.
La causa por la muerte de Diego Armando Maradona sumó un nuevo capítulo cargado de dolor y desconcierto. Esta vez, fue Verónica Ojeda, expareja del astro y madre de su hijo Dieguito Fernando, quien expresó públicamente su decepción con la jueza Julieta Makintach, una de las magistradas clave en la investigación judicial.
“Me angustié mucho porque yo creía en ella”, aseguró Ojeda, visiblemente afectada por el reciente escándalo que involucra a la jueza. Según relató, durante una audiencia previa pudo conversar con Makintach y no dudó en expresarle su respeto profesional: “Le dije que la admiraba como mujer, como jueza, y que me gustaba cómo estaba llevando el caso”.
Sin embargo, lo que parecía una figura confiable para la familia Maradona, terminó generando un golpe emocional para todos los involucrados. “Empezamos a hablar con Dalma, Yanina, Jana y Junior sobre la situación. Mi postura fue que no iba a creer nada hasta que no hubiera pruebas: alguna foto, algún video. Creí hasta el final. Nos decepcionó a todos”, afirmó.
Ojeda también reveló que el escándalo judicial tuvo repercusión más allá de las fronteras argentinas. “Me llamaron de Emiratos Árabes y de México. Nadie puede entender lo que pasó. Todos se preguntan: ‘¿Qué le pasó por la cabeza a esa mujer?’”, contó, sorprendida por el nivel de atención internacional que sigue generando todo lo vinculado al ídolo.
En otro tramo de su testimonio, Verónica Ojeda compartió detalles desconocidos sobre sus últimas conversaciones con Maradona, antes de su fallecimiento. “Cuando estuve con él en La Plata, me dijo que fuera a buscar sus cosas que había traído de Dubái y que estaban guardadas en una baulera en la zona de Beccar”, relató.
Según Ojeda, Diego le manifestó su preocupación por el manejo de su patrimonio. “Verónica, nos están robando. Hablá con el contador. Esas cosas las dije en mi declaración”, reveló la madre de Dieguito, dejando entrever que el exfutbolista sospechaba de quienes administraban su fortuna.
La situación de vulnerabilidad de Maradona también quedó reflejada en una escena íntima que Ojeda decidió hacer pública. “Me llamó su masajista y me dijo que yo era la única persona que podía sacarlo de esa situación”, confesó. En ese momento, ella sintió desconfianza y le pidió una prueba concreta: “Le pedí que me pasara el número y que, si Diego me atendía, iba a creer en lo que me estaban diciendo”.
Finalmente, hizo la llamada. “Llamé y me atendió Diego. A partir de ahí, le creí y comenzó una revinculación con Dieguito”, concluyó emocionada.
La causa judicial por la muerte del astro argentino continúa generando repercusiones. La voz de Verónica Ojeda se suma al creciente número de familiares y allegados que reclaman claridad, justicia y respeto por la memoria de Diego Armando Maradona, cuya figura sigue despertando pasiones, interrogantes y controversias a nivel global.
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