Una empresa francesa fabricará perfumes que recrean el olor de una persona fallecida, a partir de la ropa que usaban. Según le dijo a la BBC Katia Apalategui, fundadora de la pequeña empresa Kalain (en alusión a la palabra francesa calin, que significa "cariño"), la idea surgió hace siete años, cuando su padre falleció por razones de salud. "Algunas personas mantienen los lazos con los fallecidos por medio de fotos o videos. Yo necesitaba sentir de nuevo el olor de mi padre", dice Apalategui.
"Un día le conté esto a mi madre y ella me dijo que sentía la misma necesidad y por eso nunca había lavado la funda de la almohada sobre la que dormía".
"Pensé que si había dos locas que pensaban de la misma manera, tal vez otras personas tuviesen la misma necesidad", cuenta. Apalategui, quien trabaja como corredora de seguros, llamó a numerosas puertas y pasó dos años buscando un laboratorio capaz de desarrollar estas fragancias, hasta que se encontró con la Unidad de Química Orgánica y Macromolecular (Urcom) de la Universidad de Le Havre, en Francia, que se especializa en moléculas odorantes.