River ordenó los papeles, juntó la documentación y contó la historia de la tumultuosa salida de Lucas Alario por una cláusula que, para el club, no fue reglamentaria.
Mientras Alario se encuentra en Alemania entrenando y esperando el pase que por hora no le va a llegar, el Millo espera las respuestas de la FIFA a los reclamos que hizo cuando el Bayer Leverkusen se llevó al delantero con el torneo argentino y la Copa Libertadores en pleno andar.
Lo primero que avisó el club es que el 24 de agosto River rechazó la oferta de 14 millones de euros más otros 2 millones a pagarse de acuerdo a los partidos del jugador.
La nota de River advierte de manera tajante que el jugador fue declarado intransferible. Sabiendo de esta oferta y de lo que se decía, Alario habló en conferencia de prensa y avisó que le interesaba: “Es algo que hemos hablado, te digo la verdad: es algo que nos interesó. Es cuestión de esperar, nada más”, había dicho. En River ya se veían venir el problema que se iba a generar si usaban la cláusula de salida. No fue casual que Alario, más allá de sus condiciones haya jugado frente a Temperley; de haber habido una leve intención de venderlo o aceptar, Gallardo lo hubiera cuidado.
El lío estalló el lunes cuando los alemanes vinieron a la Argentina para firmar el contrato y hacerle una revisión médica de la que luego tuvieron que pedir disculpas. La revisión en el “Centro de Diagnóstico Dr. Enrique Rossi” no estaba autorizada y Alario, aun jugador del club, se la hizo igual, lo que generó que la institución mande un escribano dejando constancia de lo sucedido para poder enviar las protestas formales. Por eso el 28 de agosto, cuando Alario estaba entrenando con River y pidiendo disculpas, sabiendo que era su último día, River eleva una nota al BAYER 04 Leverkusen, a la Federación Alemana de Fútbol, a la AFA, a la UEFA y a la CONMEBOL.
El 28 de agosto River responsabiliza al BAYER 04 Leverkusen y advierte “por todo perjuicio que se derive de la situación referida" en contra de sus intereses. Asimismo, argumenta que luego del rechazo de River Plate a la oferta del día 23/8, el club alemán indujo al jugador a ejercer la ruptura unilateral de su contrato laboral. "Inducción del BAYER 04 Leverkusen a la ruptura unilateral sin causa justa, que acontece una vez iniciada la temporada Argentina, y en contra de la reglamentación FIFA que resguarda la estabilidad contractual durante la competencia”. El pedido contó en ese momento con el apoyo de la AFA que acompañó la presentación.
El 30 de agosto, River se hace eco de versiones por una supuesta devolución de ingreso de Colón al Bayer Leverkusen del orden de los 3 millones de Euros del 40 por ciento que le correspondía al Sabalero de la cláusula estipulada de 18 millones netos. Ante eso, River eleva una oferta a Colón, por 5 millones de Euros para la compra del 40% de los derechos económicos del jugador. La oferta no fue contestada. Entonces, el 31 de agosto, la a AFA notifica sobre el depósito de la suma de 23.840.983,00 de Euros por parte del BAYER 04 Leverkusen y el martes pasado la AFA remite a River el pedido del BAYER 04 Leverkusen de liberación del TMS. River entonces se niega y reitera lo ya expuesto en la nota enviada a AFA con fecha 28/8 y hace saber su negativa a la liberación del TMS.
Finalmente, River informa: “La cláusula de salida es una herramienta legal y legítima de la que puede hacer uso cualquier jugador para discontinuar el contrato laboral en tanto y en cuanto no haya dado inicio la temporada”.
Al mismo tiempo, niega haber usado ese derecho en los caso de Pinola y Larrondo quienes han arribado al club producto de un acuerdo entre partes y de los cuales constan los respectivos contratos entre clubes.
A su vez, “rechaza enérgicamente el accionar del BAYER 04 Leverkusen en tanto lo considera inducción al jugador para el ejercicio de la cláusula de rescisión, vulnerando el Art. 16 de la reglamentación FIFA que afirma que contrato no puede rescindirse unilateralmente en el transcurso de una temporada”.
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