Fue el turno de los hinchas de River esta vez, los de Boca tuvieron que seguirlo por radio o televisión y esperar al próximo jueves para reventar La Bombonera. Pero anoche el estadio Monumental de Núñez se tiñó de todo el colorido rojo y blanco que le pusieron los hinchas del Millonario a una nueva edición del superclásico, esta vez por la siempre apetecida Copa Libertadores de América.
Una vez más le faltó la hinchada visitante al más grande de los clásicos de nuestro fútbol, por eso de las cuestiones de la seguridad. Entonces fueron los de River los que se encargaron de reventar las tribunas, con un gran despliegue de cotillón: banderas, camisetas revoleadas, globos y también muchas luces de teléfonos celulares al unísono para darle al escenario un marco majestuoso cuando el elenco de Marcelo Gallardo saltó al campo de juego. Así fue que los más de 60 mil simpatizantes de River dejaron más de 23 millones de pesos en las boleterías y jugaron a su manera el partido, dándole aliento constante al Millonariol en esta parada.