Después de una serie de acuerdos entre el ministerio de Seguridad de la Argentina y sus pares rusos de cara al Mundial de Rusia, Cancillería presentará ante el gobierno de Vladimir Putin un exhorto para que la nómina con cerca de 4.000 personas que tienen su ingreso prohibido a estadios argentinos sirva también para evitar que entren al país en el que se jugará el campeonato organizado por FIFA.
En la actualidad, la lista negra está en manos del ministro del Interior de Rusia, Vladimir Chernikov, quien la tendrá en cuenta a la hora de otorgarles a los poseedores de las entradas el fan ID, un documento obligatorio que tendrá la misma validez que el ticket: no hay ingreso al estadio si falta uno de los dos elementos.
Las entradas las otorga la FIFA y cualquier espectador puede comprarlas, pero el documento complementario es brindado por el Gobierno ruso y según el acuerdo alcanzado en diciembre, aquellos que estén en la lista otorgada por la Argentina no recibirán el pasaporte para el ingreso a estadios y transporte gratuito que otorga la organización.
El canciller Jorge Faurie eleverá el pedido la semana próxima a Rusia para que la lista negra entre en una instancia previa al fan ID y que directamente no salgan del aeropuerto o del puesto migratorio por el que intenten llegar al país.
La Argentina no puede impedirle la salida del país a ninguna de las 4 mil personas con derecho de admisión para cualquier estadio argentino y por ello intentará que el país organizador les impida la entrada.
En el listado existe el detalle de 400 barras bravas identificados con prontuarios policiales y los motivos por los que tienen vedado su ingreso a estadios argentinos. Si no prospera el ingreso de Cancillería, el Gobierno se conformará con haber impedido el ingreso a los estadios de Rusia.
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