Claudio Tapia asume en un presente futbolístico muy delicado, ya que el seleccionado argentino hoy ocupa el quinto puesto en las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial Rusia 2018, y con el agravante de la suspensión por cuatro fechas (ya cumplió una) de Lionel Messi, quien recién podría reaparecer en la última jornada, cuando el conjunto nacional visite a Ecuador.
Hoy comenzó la normalización del fútbol argentino, pero en agosto próximo ganará en importancia la Superliga que Tinelli (San Lorenzo) aspira a presidir, escoltado por Rodolfo D’Onofrio (River), y la AFA dejará de ser el organismo que como tal se conoce desde que adquirió su nombre definitivo en 1946, dado que la Primera División -nada más ni nada menos- ya no le pertenecerá.
Lo que en cambio le quedará a la AFA será el seleccionado argentino, con Messi como mascarón de proa, para generar ingresos que Tinelli intentará acaparar también desde la función de presidente de la Comisión de Selecciones, un cargo transitorio que le entregó políticamente la Comisión Normalizadora, que se le terminó hoy y por el que tendrá que luchar duramente porque por el nuevo estatuto no está en condiciones de retomar, ya que no formará parte del próximo Comité Ejecutivo.
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