El hincha de 18 años que irrumpió en el partido de la Selección Argentina el pasado jueves para abrazar a Lionel Messi en el campo de juego del Estadio de los Trabajadores de Beijing, en el marco del amistoso ante Australia, recibió un duro castigo por parte de la Seguridad de China.
La Policía local le aplicó una sanción de doce meses sin poder ingresar a los estadios. El joven fanático de Messi, que se ganó el protagonismo durante unos minutos por entrar al césped a darle un abrazo al capitán y saludar a Emiliano Martínez mientras los agentes lo perseguían para capturarlo, fue detenido tras el suceso.
"La oficina de seguridad pública del distrito de Chaoyang lo situó en detención administrativa según la ley", señaló la policía en un comunicado publicado este viernes, identificando al joven de 18 años por su apellido, Di.
El fanático se mostró arrepentido y aceptó la pena que tendrá que pagar por haber incumplido una de las normas que establece la FIFA, aunque también criticó el accionar de la seguridad por el maltrato que recibió.
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