Pese a la reestructuración que la AFA selló el miércoles en el predio de Ezeiza, donde los principales opositores del presidente Claudio Tapia pasaron a ser aliados y se sentaron en la misma mesa de unidad, la vuelta de las competencias se postergará más allá del 31 de marzo.
“Nadie nos garantiza que la competencia se inicie el 1 de abril”, advirtió el flamante presidente de la Superliga -que también lo será cuando la Primera División mute a Liga Profesional- luego de sumarse al equipo de Chiqui Tapia.
La cuarentena del fútbol impacta directamente en lo económico: los dueños de los derechos audiovisuales -FOX y TNT Sports- pagarán la cuota de marzo, pero no lo harán en caso de que la pelota no corra: sin producto televisivo, no hay desembolso.
El problema, entonces no tiene solución sin secuelas. Si las empresas endurecen su postura, encontrarán en Viamonte una respuesta en el mismo nivel, con un extra: en la AFA pretenden más dinero por los derechos cedidos en épocas en que los dirigentes repartían en Puerto Madero.
Si fuese una mano de truco, cada sector -fútbol y TV- sabe qué cartas tiene en la mano. Bastará con que quien sea mano haga su juego: si las empresas pagan su cuota el próximo mes, seguirá el juego. Ahora, si alguno apura o canta el tanto ninguno muestra intensiones de irse al mazo.