"Boca pretende hacer lo que quiere en la AFA", puso el grito en el cielo el presidente de Central, Norberto Speciale. Sin exageraciones, esto no desata una guerra, pero cava las trincheras para una contienda que se amasa y tendrá su día D dentro de un año, cuando se elija por primera vez en 35 años al presidente de AFA. Mientras tanto, se teje la trama del reacomodamiento.
El representante de Boca en AFA era
Juan Carlos Crespi, vicepresidente y además secretario de selecciones nacionales. Sin embargo desde la primera reunión de Comité Ejecutivo sin Grondona,
Daniel Angelici, el presidente de Boca, comenzó a participar de las reuniones y no se perdió ninguna.
"A nosotros, en la reunión no nos plantea los pensamientos que periodisticamente le atribuyen. No pidió -por ejemplo- más dinero por derechos televisivos", asegura el presidente de un club de Primera, que recientemente firmó una transferencia con Angelici. Es que ese tipo planteos no son abiertos: el titular xeneize se fue de la reunión de comité del martes sin objeciones y al otro día logró que a Central le cambiaran el partido para no tener un día más de preparación de cara al partido que ambos jugarán por la Copa Sudamericana.
"Acá hay quienes piensan que pueden manejarse entrepasillos y cambiar lo que todos aprobamos los martes, como pelotudos que somos, pensando que estamos de acuerdo", admitió, en pie de guerra, otro dirigente de Primera, del interior, que se muestra como cabeza de un "bloque" que nuclea a otros pares de distintas provincias. Suele llegar ladeado por otros presidentes del interior, con quienes también se retira. Se muestran unidos.
Lo cierto es que los problemas que tiene Racing con los árbitros, no los padece Boca. "Acá no existe eso de tener peso en AFA o en todo caso, todos tenemos el mismo peso", remarcó el titular de Racing, Víctor Blanco, minimizando cualquier interna y, acaso, equiparándose a la altura de Boca.
"Es indiscutido, que Boca y River son los más grandes. Pero eso no quiere decir nada", dice Luis Segura, el presidente de AFA que se reunió primero con Boca, después con River y luego con el resto, antes de asumir en el cargo. "Se aseguró que lo bancaran los grandes primero", explicó el ex presidente de un club chico del conurbano, que todavía ocupa cargo en Viamonte y reveló el peso específico de cada camiseta. Segura no se reunió por apoyo con ningún club que no fuera grande y luego lo hizo con algunos del interior.
Lo primero que se esfumó junto con Grondona, fue el status de los clubes chicos. Y las fronteras que rodean la ciudad de Buenos Aires, parece, están trazando nuevos límites.