Una de las claves del gran triunfo de la Selección argentina, 2-0 sobre México, fue el ingreso en el segundo tiempo de Enzo Fernández: el volante del Benfica portugués le cambió la cara al mediocampo del equipo argentino y luego coronó su actuación con un golazo infernal. Horas después del partido, se difundió una carta que el ex River le dedicó a Lionel Messi en 2016.
¿En qué contexto? Uno no muy grato para recordar... Argentina había perdido por penales con Chile la final de la Copa América Centenario 2016 en Estados Unidos, luego de caer en las definiciones del Mundial 2014 y la Copa América 2015, y Messi decidió anunciar que renunciaba a la Selección. En ese entonces, Enzo solo tenía 15 años y jugaba en las Inferiores del Millonario.
"Cómo te vamos a convencer nosotros que somos unos muertos. Cómo te vamos a convencer nosotros que en nuestra vida tuvimos el 1% de presión que tenés en tus hombros, que te levantás a la mañana y te mirás al espejo y sabés que una multitud de más de 40 millones de habitantes no solamente quieren que hagas las cosas perfectas sino que ridículamente se ha impuesto que pueden exigírtelas".
"Cómo te vamos a convencer nosotros que no pudimos entender que sos un ser humano, una persona con un talento inigualable, el mejor jugador del planeta pero una persona en fin, cómo te vamos a convencer nosotros si no paramos ni un segundo a darnos cuenta que vos no sos el responsable del enojo que nos provoca perder, que muchas veces tiene más que ver con frustraciones propias que se despiertan".
"Mirémonos al espejo y preguntémonos si nos exigimos a nosotros mismos un 1% de lo que le exigimos a este muchacho que en verdad ni conocemos. Cómo vamos a convencerte nosotros que nos cuesta ver que en el mundo entero te halagan, que en tus vacaciones podrías estar tirado en una playa y estás ahí corriendo y representando nuestro colores para que nos fijemos si corrés o si cantás el himno".
"Hacé lo que quieras Lionel, pero por favor pensá en quedarte. Pero quedate para divertirte, es lo que esta gente te ha quitado. En un mundo de presiones ridículas, logran sacarle lo más noble que tiene un juego. La diversión. De pibe seguro soñaste con representar a tu país y divertirte. Verte jugar a vos con la celeste y blanca es el orgullo más grande del mundo. Jugá para divertirte que cuando vos te divertís, no te das una idea lo que nos divertimos nosotros. Gracias y perdón".