El brasileño Edilio Cardoso y Gastón Viqueira, en un duelo de delanteros.
Fútbol
Estudiantes no pudo ante
el Carcelero y se estanca
Estudiantes no pudo ante
el Carcelero y se estanca
El clásico de Devoto quedó sin dueño, pero el empate 1 a 1 entre Estudiantes y Lamadrid le recortó al Pincha la posibilidad de pelear mano a mano el ascenso directo con Sarmiento de Junín, quien con un partido menos lo aventaja en siete puntos. El Carcelero, último en las posiciones, le hizo partido.
Lo impensado sucedió a los 34 minutos cuando a partir de un tiro libre que se ejecutó detrás de la mitad de la cancha, Lamadrid consiguió romper la paridad. Fue Pizarro el que mandó el pelotazo para la cabeza de Viqueira, que no pudo conectarla y Martín Ríos salió a cortar el envío, pero salió mal, pifió, y tras volver a sobre sus pasos se metió con pelota y todo. Gol en contra, por más esfuerzos que hizo el arquero para evitar cruzar la línea de meta. Estudiantes, que no había tenido la iniciativa, tampoco mostró reacción y lo más cercano a una situación fue la que Luis González intentó de cucharita por sobre el arquero de Lama. Con pocas situaciones, el partido era equilibrado. La gente de dejó la paciencia con el fina del primer tiempo -en la semana aparecieron pintadas contra el entrenador Salvador Pasini- y los cantitos no se hicieron esperar.
El Tano movió todas las piezas posibles y a los nueve del complemento había hecho los tres cambios posibles. La recuperación del Pincha, llegó a los 20 minutos, con una asistencia de Andrés Montenegro para Yassogna que empató el partido y calmó los ánimos en la tribuna. El propio Montenegro pudo hacer el segundo al conectar un centro y cambiar la trayectoria, pero Eduardo Pérez alcanzó a rechazar antes que cruzara. El mismo defensor, esta vez de cabeza, evitó el gol minutos después cuando Yassogna tomó un rebote tras una acción brillante de Granero en un mano a mano. Fue justamente por el arquero que el Pincha no pudo ganar el encuentro, que hasta último minuto se esmeró con tapadas notables -a los 39 le ahogó el grito a Montenegro de cabeza y un minuto después se la sacó del ángulo a Cardoso-, cuando su equipo ya no atacaba y se preocupaba por cuidar ese punto que terminó consiguiendo.