El nuevo presidente necesita dos tercios de los países para ganar la elección en primera vuelta.
Esa cifra son 140 votos. A Blatter le faltan pocos países para alcanzar esa cifra. De no llegar a ese número, se va a segunda vuelta. Allí, en cambio, se consigue el sillón con 105 sufragios: con África, Asia y cinco asociaciones más, podés ser presidente de la FIFA. Todo es muy democrático.
En África y Asia —como en Sudamérica—le deben favores a Blatter. Blatter le llevó un Mundial a cada uno de esos continentes: la designación de
Corea-Japón 2002, en mayo de 1996, tuvo al actual presidente como secretario general del órgano; mientras que
Sudáfrica 2010 fue una batalla que él mismo encabezó. En ese mapa, es difícil pensar que esos 100 votos se le escapen de las manos.
Hay una oveja negra: la Federación Australiana de Fútbol, que representa a la confederación asiática, anunció que votará por el príncipe Ali.
UEFA, con
Michel Platini a la cabeza, tiene una necesidad clara: recuperar el poder de la pelota. Con Blatter perdieron influencia. Y Mundiales:
se terminó el tándem Sudamérica-Europa, abrieron el juego a nuevos países, para globalizar el negocio. A pesar del estrecho vínculo que une al ex jugador de la
Juventus con Blatter, en el encuentro mano a mano que tuvieron este jueves,
le pidió que renuncie. Que le está haciendo mal al fútbol. Y anunció, en conferencia de prensa, que
volcará "45 de sus 53 votos al príncipe Ali". Rusia, otro salmón en ese río, no quiere que le saquen el Mundial. Y para eso hay que sostener a la vieja estructura. España, cuya cúpula siempre fue cercana a Grondona, también.
El accionar de la Concacaf es una incógnita. Manchados por las denuncias, podrían hacer un voto en rechazo al actual sistema, mostrarse como "limpios" o con intenciones de "cambiar su imagen" y, por eso, apoyarían al jordano. Sin embargo, no es una movida segura: ir en contra de Blatter, que tiene la mesa servida, le quitaría la chance de luchar por una plaza mundialista más.
Estados Unidos, en cambio, le daría su apoyo al jordano.
Así a Ali no le alcanza. 45, más Australia, Estados Unidos y Panamá (que también confirmó su voto a Hussein), da un número lejano a los 70 que precisa para ir a una segunda vuelta.
¿Qué hará Argentina? Todo indicaba Argentina sostendría su linaje de oro, sin embargo un giro inesperado cambió el escenario:
Luis Segura votará por el príncipe. Sin embargo, la Conmebol votará dividida: Uruguay y Chile adoptarían la misma postura que Argentina, mientras que Ecuador y Venezuela seguirían fieles a Blatter. La postura de Brasil era una incógnita, aunque el presidente de su federación,
Marco Polo Del Nero, abandonó Suiza y la Confederación perderá un voto en la definición de las plazas para Rusia 2018.
Dicen que es fútbol. En realidad, es política.