El Libertadores de América fue una caldera. La caldera de los hinchas del Diablo, que hicieron explotar las tribunas para alentar al equipo de Ariel Holan en esta instancia decisiva de la Copa Sudamericana. El fervor, el entusiasmo, los cantitos estridentes comenzaron a escucharse desde mucho tiempo antes de que comenzaran las acciones. El rojo fue el color que inundó todos los sectores. Es más: en un momento pareció que lo único que no era verde era el césped del campo de juego.
“Dale dale dale Ro... / Hoy te vinimo’ a alentar / Para ser campeón / hoy hay que ganar”, fue uno de los cantitos preferidos de los hinchas, como así también el ‘”Rojo, mi buen amigo / Esta campaña volveremo’ a estar contigo / Te alentaremos, de corazón / Esta es tu hinchada que te quiere ver campeón”.
El gol del Fla lo único que hizo fue realimentar el empuje a través del aliento. Y con el empate de Gigliotti fue atronador el festejo de los hinchas del Rojo. Ni hablar del júbilo que se desató con el gol de Maxi Meza, el 2-1 que activó el cantito dedicado al archirrival de toda la vida.
En la previa del partido ante el Flamengo también hubo tiempo para los homenajes. Así el ex delantero Javier Mazzoni y el ex arquero Faryd Mondragón, integrantes del equipo campeón de la Supercopa en 1995, salieron al campo de juego un hora antes del inicio del encuentro y, además de un reconocimiento de parte del club, recibieron una estruendosa ovación de los cuatro costados del estadio que, a esa altura, ya desbordaba de pasión.
Independiente definió aquel torneo internacional (del que participaban todos los campeones de la Libertadores de América) precisamente contra el Flamengo de Romario, entre otros. La ida fue en Avellaneda, donde el Rojo ganó 2 a 0 con goles de Mazzoni y Cristian Dommizzi. En la revancha, en el Maracaná, perdió 1 a 0 pero la diferencia le sirvió para dar la vuelta olímpica. Ese equipo era conducido tácticamente por otro multicampeón con el Rojo, el Zurdo Miguel Angel López.
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