La primera semana de Claudio Tapia al frente de la AFA se hizo visible un fenómeno que apuró la designación de Andrés Urich como asesor letrado de la Casa. En cinco días habían recibido ocho cartas documento. El abogado ex arquero de Platense y Colegiales supo que tendría mucho trabajo hacia atrás, lejos de la administración que recién comenzaba.
Antes del mes la auditoría interna que había encarado y cuyos resultados aún no fueron presentados al comité ejecutivo estableció el universo en el que se encontraba: existen 630 juicios que tienen a la AFA como en algún juzgado y con un único objetivo en común, el resarcimiento económico.
Además, un buen número de demandas que esperan que no lleguen a la instancia de juicio. Si bien el número total que suman todos los resarcimientos no está estimado con exactitud porque en todos los casos debe estimarse costas y punitorios o cálculos de indexación inflacionaria, la respuesta de los dirigentes que se ocupan de los números coinciden en que se trata de un monto ‘astronómico’.
Son juicios de toda índole: hinchas lesionados, proveedores que aseguran contar con un contrato incumplido o aquellos con papeles al día, pero biletas sin cobrar desde hace años. ‘Hay casos que debemos tomar con espíritu antropológico porque desconocemos lo que aseguran haber brindado como servicio a la AFA’, indica una fuente que prefiere reservarse ‘hasta que la auditoría sea presentada’.
Entre los juicios iniciados contra la AFA está el entablado por el cuerpo técnico del Tata Martino, ex entrenador de la Selección antes de las designaciones de Edgardo Bauza y Jorge Sampaoli y también implica varios millones de pesos.
Además y según pudo averiguar DIARIO POPULAR, existe otra demanda millonaria con reclamo en dólares por el lucro cesante tras un preacuerdo firmado en tiempos de Julio Grondona por la explotación del juego on line, prohibido según las leyes argentinas de entonces y las actuales.
Otro juicio fue encarado por una empresa que tenía a su cargo los traslados cotidianos de personal desde el céntrico edificio de la Calle Viamonte 1366 con destino al predio de Ezeiza, con una factura diaria de 10 mil pesos y cuya última factura, por los servicios prestados en los últimos cinco meses y medio, alcanzó los 14 millones de pesos.
Esa auditoría propia no es la única: las autoridades contrataron a una consultora externa -la misma que desembarcó en CONMEBOL tras el FIFA gate- para apoyar la propia, pero principalmente para documentar el estado en que Tapia asumió la presidencia.
El único juicio de cifras importantes que quedó en el olvido es el que había trabado el Grupo Clarín en 2009 cuando AFA interrumpió el último año de contrato con cláusula de prórroga para mejorar la oferta de cualquiera que quisiese el negocio y el Estado a través del gobierno kirchnerista articuló lo que denominó Fútbol Para Todos. Es que en su oferta la empresa Turner llegó con la novedad en la licitación de que si era elegido para la explotación de los derechos televisivos, su socio argentino levantaría la demanda. Y eso sucedió.
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