La decisión del Ministerio de Seguridad de decretar el derecho de admisión e impedir que 44 barras de Racing ingresen a los estadios durante dos años tuvo "repercusión" hoy a la tarde en el Cilindro de Avellaneda, donde se vio un hueco en el sector de la tribuna que habitualmente ocupa la Guardia Imperial, los líderes de la barra académica.
Según se supo, fue una medida de "repudio" que tomaron los barrabravas de La Guardia Imperial en solidaridad con aquellos que quedaron comprendidos en el derecho de admisión por incidentes y portación de armas en la previa del encuentro ante Atlético Tucumán.
El fin de semana pasado en el duelo entre Boca y Arsenal, sucedió algo similar en La Bombonera, cuando La 12 también dijo ausente.
Racing jugó su partido frente a Gimnasia LP con una particularidad en su tribuna cabecera: la denominada Guardia Imperial no estaba, Por una decisión del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, encabezado por Cristian Ritondo, y de la Aprevide, la barra brava de Racing no ingresó al estadio: 44 barras porque tenían prohibición de concurrencia y otros, aunque no estaban afectados con esa resolución, por decisión política de las autoridades bonaerenses.
El operativo contó con la colaboración del programa “Tribuna Segura”, del ministerio de Seguridad de la Nación, y antes del partido fueron detenidas 14 personas que quisieron entrar al estadio y sobre ellos pesaba la prohibición de concurrencia. “Pelear contra las barras es pelear contra las mafias del fútbol. Y esta pelea es absolutamente en serio”, recalcó el titular de la Aprevide, Juan Manuel Lugones, quien destacó que todo esto sería imposible sin el apoyo político de la gobernadora María Eugenia Vidal y del ministro Ritondo.