Los derechos televisivos del fútbol de Primera División para el espectro internacional, se quedan sin dueño. El contrato que le da a la empresa Torneos -firmado por Julio Grondona, renegociado post mortem y heredado por la Superliga- los derechos exclusivos perderá vigencia en cuando termine el año y ya existen interesados para una pantalla que, según los expertos del sector- está “devaluada”.
En la actualidad, Torneos tiene vigentes contratos históricos que lo ligan con AFA -comercio electrónico, Copa Argentina, pantalla del Ascenso y Selección- y la explotación internacional del fútbol de Primera, que la Superliga vendió a nivel local a FOX y Turner. El contrato vigente, firmado por Alejandro Burzaco -con prisión domiciliaria por el FIFA Gate- le reporta seis millones de dólares a cambio de la explotación de las imágenes fuera del territorio nacional.
En Puerto Madero -donde funcionan las oficinas de la Superliga- le pusieron precio al contrato que estará vacante después de diciembre: exactamente el doble. La idea es que quien firme el nuevo contrato lo haga por US$12 millones y sostendrán las pretensiones al menos hasta escuchar una oferta razonable.
Especialistas consultados consideran que para moldear la nueva cifra existen algunos detalles que tiran el precio para abajo.
“El fútbol argentino está mal comercializado y desorganizados los torneos. (Los televidentes) no saben de horarios ni qué juegan. Lo que pagó Torneos siempre fue bajo. Debiera valer más. Pero los campeonatos son tan mal administrados y con tan poca vocación de expandir el producto a nivel internacional, que creo que estarían más que contentos con US$6 millones. Pero el producto más organizado, más paquetizado y que claramente el televidente sepa qué y cuándo lo va a ver, debería valer más”, explica Horacio Gennari, presidente de BB, empresa especializada en Medios con alcance en todo continente americano.
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Otras fuentes del sector pintan un escenario desfavorable: “Durante años se podían ver los partidos desde un portal, sin pagar un dólar. Los consumidores se acostumbraron a no pagar por ese producto”, explican, en off, desde otra agencia especializada en el tema que apunta al Fútbol Para Todos como “agente de erosión del producto”.
Contactos de una empresa española con negocios en el continente, apunta otro aspecto: las tribunas vacías. “El fútbol argentino tiene un problema porque el espectáculo televisivo se completa con las tribunas y hay festejos con un fondo de gradas vacías que lo desluce”, fundamentan en una respuesta “informal” vía mail.
De momento, en otoño-invierno y algunos días de primavera, la Superliga programó partidos a las 11 de la mañana. Estos ensayos responden a una estrategia de venta al mercado asiático y mercado oriental de Europa.
Con la intención de mejorar los seis millones de dólares actuales y con perspectivas de lograr varios contratos por regiones, en la Superliga saben que con un calendario sin tantas modificaciones y la menor cantidad de equipos en la próxima temporada, pueden mejorar el cannon actual y hacerlo crecer en al menos US$2 millones.
Sobre ese monto, la AFA percibe su porcentaje y a la vez deberá negociar también la pantalla de la B Nacional, negocio también de Torneos y que además tiene a Turner y Fox, entre los interesados.