Las imágenes de los jugadores de Lanús llorando, dandose fuerza, tras haber quedado a las puertas de la hazaña y el merecido reconocimiento que no siempre se suele llevar el subcampeón, ya es cosa del pasado. Ahora Lanús deberá repensar su futuro y en tal sentido, aunque todavía no haya existido un anuncio oficial, tendrá que afrontar una pequeña sangría y la consiguiente y siempre difícil tarea de sobrellevar transición.
Para ello, cuenta con una ventaja: la encararía de la mano de Ezequiel Carboni (con Meske y Ramón) quien subirá a unos cuántos futbolistas que el tuvo en inferiores.
Esto, debido a que es casi un hecho de que el técnico que lo llevó a vivir este momento, Jorge Almirón, no seguiría conduciendo al equipo. Es más, hasta se habla (ver pág. 7) que su futuro podría estar como técnico de San Lorenzo.
Uno de los que ya dejó entrever (ver aparte) la posibilidad de no continuar es José Sand. El Pepe, con 37 años, es uno de los máximos ídolos granates de la era moderna, estuvo dos períodos y esta muy buena actuación en la Copa (fue el goleador del torneo) sin que ello se haya coronado con la obtención del trofeo, parece haberle marcado el final, aunque aclaró que no abandonará el fútbol.
Otro que puede dar la hurras es el marcador Maximiliano Velázquez que se ha convertido en el jugador con mayor cantidad de presencias con la camiseta granate y la expectativa que tenía, era coronar estos seis años ininterrumpidos de su segundo ciclo, con la conquista de la Libertadores y la disputa del Mundial de Clubes. Tiene la misma edad que Sand y habrá que ver cuál es la decisión que toma, con un contrato que se le vence ahora.
En el mismo contexto se puede ubicar a Román Martínez, otro de los referentes. Con 33 años, el talentoso volante le había respondido a algunos hinchas que lo criticaron que “cuando perdimos el partido de ida con San Lorenzo, dijeron que algunos habíamos cumplido un ciclo”, pero la chance está latente.
Distinto parece ser el caso del lateral José Luis Gómez, sensiblemente más joven que los nombrados y que, mortificado por el error que derivó en el primer gol de la final, expresó que “estoy triste y con bronca. Me siento culpable. Se me pasa dejar el fútbol, retirarme. Son equivocaciones que no tenemos que cometer, lo voy a pensar bien” al tiempo que agregó: “Son jugadas rápidas, pasan, me equivoqué y lo pagamos caro. Le quiero pedir disculpas a la gente de Lanús” aunque luego señaló que “eso lo decidí apenas terminó el partido, pero en frío tomaré una buena decisión”.
Más allá de la apuesta al optimismo (“el club hace años que está haciendo las cosas bien y este objetivo deportivo ya se va a dar” dijo el ex presidente Alejandro Marón) así está hoy Lanús. Un resultado lo puede cambiar todo. De pasar a pensar en el Mundial de Clubes, al necesario recambio.